Cultura

«Todos los que cantamos copla tenemos una deuda con Carlos Cano»

Pasión Vega llega con un nuevo disco, 'Pasión por Cano', que es un homenaje a Carlos Cano, del que en 2015 se cumplen 15 años de su muerte.

el 07 dic 2014 / 12:00 h.

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Como en Ocho apellidos vascos, el norte y el sur vuelven a ir de la mano. El norte lo pone Fernando Velázquez, autor precisamente de la banda sonora de la película de referencia, que ahora produce un disco en el que Pasión Vega honra a Carlos Cano. Sale a la venta el día 15 y la gira arrancará en primavera. PASION VEGA—¿Por qué Carlos Cano? —Pues porque siempre he sentido mucho amor por su música, que ha estado muy presente en mi casa y en mi familia, para mí ha sido un referente profesional y personal. Me apetecía mucho hacerle un homenaje, y como 2015 es un momento especial, porque se cumplen 15 años de su partida, pues... —¿Era un proyecto entonces que tenía en agenda? —No, ha surgido de forma espontánea. Estaba trabajando con Fernando Velázquez [productor del disco, músico y autor de bandas sonoras como Lo imposible, Ocho apellidos vascos o El orfanato] buscando canciones, la forma y el estilo para un nuevo trabajo, y una tarde surgió Carlos Cano. Empezamos a cantarnos el uno al otro temas de él que nos gustan y nos dijimos que por qué no. —Con este disco vuelve a la copla, un género que Carlos Cano defendió cuando tenía muy mala fama. —Tuvo el valor de reivindicar la copla, que es también lo popular y lo andaluz, y la renovó con nuevos repertorios. Todos los que cantamos copla tenemos una deuda con Carlos Cano, la rescató cuando era considerada un género franquista, no estaba bien visto, y llegó él, sacudió las alfombras y le quitó el polvo que tenía. Él es el eslabón sin el cual los jóvenes que somos amantes de la copla no nos hubiésemos acercado a ella. Ahora con este disco damos otra visión renovada, porque las cosas pasan rápido y las nuevas generaciones no conocen muchos de estos temas. —¿La copla necesita quien la defienda? —La copla es algo más universal de lo que crees de joven, cuando escuchabas a tus padres o veías las películas de Imperio Argentina o Estrellita Castro. Me gusta mucho la copla, pero éste es un disco muy abierto y diferente, con arreglos hasta de jazz. Es como el propio Carlos, un referente del mestizaje y de mezclar cosas de todo el mundo, era un artista especial y diferente al que no le gustaban las etiquetas. —¿Es la copla el género en el que se siente más cómoda? —No es una cuestión de género, yo lo que me siento cómoda es contando historias y cantándole a los sentimientos, con cualquier género y con temas inéditos o versiones, con todo lo que haga crecer como artista. Me concibo mezclándome, con una raíz muy popular pero abierta a otros caminos porque me gusta arriesgar. —Del enorme repertorio de Carlos Cano, ¿por qué precisamente estos 13 temas? —Es una selección a corazón abierto, aquí hay canciones que me han acompañado en la vida, que yo cantaba con mi familia. Si me tuviese que quedar con una sería con Luna de abril, por ese mensaje de luz y renacimiento, pero María la Portuguesa es alucinantemente bonita, La reina del blues la cantaba mi madre mientras cocinaba, sólo un trocito porque no se la sabía entera... —¿Y cómo ha acabado con un disco producido por Fernando Velázquez, un autor muy conocido pero en el campo de la banda sonora? —Pues porque compuso la música para la primera película de un director malagueño al que conozco, Enrique García, que al final tiene una canción que yo canto. Desde que lo conocí me enamoré de su arte, y al final resulta que es muy fan de Carlos Cano. Siendo vasco, director de orquesta y autor de bandas sonoras no me imaginaba que le podía gustar tanto, la verdad. Y yo, por mi parte, no concibo que a la gente no le guste Carlos Cano o Lo imposible. —Con Pastora Soler ha compartido escenario, ¿cómo vive lo que le ha ocurrido? —Sufriendo mucho por ella y por su público. Es una artista inmensa y una buenísima compañera, me ha sorprendido mucho todo esto pero es que Pastora se exige mucho. Este pánico tiene que ser muy angustiante porque no se puede controlar, pero con un tiempo de descanso se recuperará. Ya estamos todos esperándola.

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