Parecerse a una cercana carnicería, frutería o pescadería, ésas de siempre. Por los productos frescos, en especial las frutas y hortalizas, se libra en estos momentos una particular batalla en la distribución comercial alimentaria que implica tanto a supermercados como a hipermercados, al tiempo que el gourmet se abre paso como próspero nicho de mercado.
Como si de una plaza de abastos se tratara. Ésta es la idea, siendo el trasfondo el desvío de clientes a las tiendas especializadas de barrio y el interés creciente por las producciones que vienen directamente del campo. De hecho, la frescura implica que ha de existir poca distancia entre la finca agraria y el establecimiento. Una oportunidad para los proveedores próximos, los locales.
«La implantación del nuevo modelo de venta de productos frescos en sus secciones de pescadería y fruta y verdura ha requerido la formación de 2.380 trabajadores andaluces (...) Con el objetivo de poder contar con tenderos más especializados, se decidió avanzar la contratación de personas para estas nuevas secciones, hecho que generó un incremento notable de nuestra plantilla en Andalucía durante los últimos años», dicen en Mercadona. Toda una muestra del interés. «Los frescos irán en aumento», relatan en Carrefour. DIA, por su parte, estrenó a finales de 2012 su fórmula de «productos frescos de proximidad con Dia Fresh», recuerdan en la consultora Alimarket.
El otro gran empuje en la alimentación: los productos gourmet. En el caso de Sevilla, y ante la moda de los mercados gourmet hasta El Corte Inglés tiene ya el suyo en Plaza del Duque, afloran secciones específicas en los híper y súper.
