La cafeína que despierta a la madre pone en jaque el sistema nervioso del feto. Tanto, que tomar dos tazas de café al día duplica el riesgo de sufrir un aborto. Según un estudio, esta sustancia pasa al sistema circulatorio del embrión a través de la placenta.
La investigación que ha llegado a estas conclusiones se realizó con 1.063 embarazadas de San Francisco (EEUU) durante 1996 y 1998. Todas las participantes indicaron cuántas bebidas consumían al día, tanto con cafeína como sin ella, desde su último periodo menstrual. Y también si habían cambiado sus patrones de consumo desde que se quedaron en estado.
Entre las bebidas con cafeína se incluyeron el café (también el descafeinado), el té, algunas bebidas carbonatadas como la Coca Cola y el chocolate caliente. Al finalizar el estudio, 172 mujeres habían sufrido un aborto (16,8%). Precisamente, este fatal desenlace se dio entre las embarazadas que tomaban más de 200 miligramos de cafeína al día (dos tazas).
La causa radica en su capacidad para atravesar rápidamente la placenta y llegar al feto, ya que el cuerpo del embrión es tan pequeño que no puede metabolizarla. Además, uno de los autores del trabajo, el doctor De-Kun Li, explica que "la cafeína también puede influir en el desarrollo celular del niño, disminuir el flujo sanguíneo que llega al bebé, aumentar el riesgo de que nazca prematuro y con bajo peso e influir en el desarrollo neurológico del feto".
De-Kun Li señala, pues, que "el mensaje claro para las embarazadas es que deberían interrumpir por completo la ingesta de cafeína. O si realmente necesitan tomarla, que se limiten a una simple taza de café al día".
