Tomares abre su primer geriátrico

Situado en el complejo de Assistel, pretende ir aumentando con el tiempo.

Varios de los usuarios del complejo de Assistel en Tomares.

Una rosa de papel roja sobre las camas de ellas y blanca en las de ellos. Es la forma de dar la bienvenida a los usuarios de la primera residencia de ancianos de Tomares, que acaba de abrir sus puertas en el edificio del centro de día de Assistel. Esta primera sección alberga siete habitaciones dobles y una individual.

Dos novedades relevantes oferta este centro para la tercera edad. Por un lado, es la primera residencia de ancianos de Tomares, con capacidad para 30 personas, aunque en esta primera fase se han creado solo 15 plazas. "Está previsto ampliar el otro ala a lo largo del año", apunta Francisco Jiménez, responsable de comunicación de la empresa. Por otro lado, será el primer complejo en aunar el uso de la unidad de estancia diurna, que lleva en funcionamiento desde 2002, con el internamiento. "Es un sumatorio de fuerzas para conseguir un complejo geriátrico completo", continúa el responsable.

La idea es unificar dos servicios que se complementan, ya que los internos usarán las instalaciones del centro de día y los usuarios que en la actualidad solo disfrutan de unidad de estancia diurna se beneficiarán en algún momento de la residencia de ancianos. José López, usuario del centro de día, lo tiene claro: "Hace ocho años que entré y estoy encantado con la ampliación, de manera que ya mismo empiezo a echar los papeles porque algún día me quedaré definitivamente".

El elevado coste de las habitaciones es el inconveniente principal para los mayores. Los responsables del geriátrico apuntan que "es un servicio privado que cuesta más de 1.000 euros al mes", aunque están luchando por conseguir plazas concertadas, de manera que la Junta de Andalucía las subvencione parcialmente.

El orden de llegada se tiene en cuenta para ingresar. Cuando los usuarios llegan se realiza un plan de acogida completo, para ellos y sus familiares. El apoyo psicológico en un primer momento es crucial para que todo vaya bien. Luego hacen un seguimiento.

"Habitualmente todos se quedan porque encuentran aquí las comodidades que sus familias, por motivos evidentes, no les pueden dar", comenta Marisol Ortiz, psicóloga de este completo centro para la tercera edad de la primera corona del Aljarafe, donde este tipo de servicios todavía escasean por tratarse de una población con una media de edad joven. Sin embargo, en el futuro tendrán mucha demanda, por lo que se está apostando cada vez más por su construcción, con el objetivo de poder dar una respuesta antes de que sea demasiado tarde y lleguen los problemas.

La empresa, que comenzó con un humilde servicio de teleasistencia en 1993, explota hoy un conjunto que se adapta en función de la demanda, de manera que la residencia de ancianos era el siguiente paso. Más de 300 empleados trabajan para hacer la vida más fácil a los mayores en cinco edificios de Assistel.

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