Tomares se convierte en el primer municipio de Sevilla en incorporar unos contenedores multiusos especialmente ideados para esos residuos que se pueden reciclar pero uno no sabe siempre muy bien dónde dejarlos.
Bombillas de bajo consumo que ya no funcionan, pilas gastadas, CD y DVD viejos, cintas de vídeo y cassette antiguas, teléfonos móviles, cargadores y cartuchos de impresora que ya no se usan. Para cada tipo de estos residuos hay un buzón en los 11 contenedores instalados en el pueblo.
"Tomares, además de ser el municipio con más zonas verdes de Andalucía, quiere ser también el más sostenible y este proyecto es una muestra más de nuestro compromiso firme y decidido con el medioambiente", resaltó el alcalde, José Luis Sanz (PP), en la inauguración del servicio.
¿Y qué ocurre con estos residuos? Cada uno tiene un destino. De este modo, las bombillas de bajo consumo se separan en tres partes: el casquillo de aluminio, el plástico blanco donde va la electrónica y el tubo que se tritura, del cual se obtiene un polvo del que sale mercurio.
Las pilas se trituran para separar el envoltorio del olco. Del envoltorio se recicla el papel y el plástico y se obtiene escoria férrica y no férrica, mientras que del polvo de las pilas, una vez filtrada la disolución, se recicla en un principio el grafito y el dióxido de manganeso. Se obtiene mercurio, zinc, cobre, níquel, cadmio y sales de manganeso.
Los cartuchos de impresora ya gastados, si no son recargables, se llevan a una planta específica de reciclaje. Si son recargables, se les hace un test electrónico para comprobar que siguen siendo útil y, si es así, se llena con tinta.
Los CD que ya no sirven siguen el siguiente proceso: se ralla la información que está grabada, obteniendo polvo de aluminio, y se tritura el disco transparente de policarbonato, que vuelve a ser materia prima para hacer plástico. Los DVD, que son dos CD unidos con un cordón de cola por su perímetro, después de sacar el pegamento, se separan los dos discos y se tratan como dos CD.
Mientras, las cintas de vídeo y cassette, una vez recogidas del contenedor, se trituran y mediante imanes se separan las partes magnéticas de la plástica y se reciclan por separado.
Por último, los teléfonos móviles y cargadores se reciclan separando los componentes plásticos de los metales y enviando la parte electrónica a una planta específica para su tratamiento.
