Fotos: Javier D. Pecellin
En tiempos en los que proliferan carreras por doquier, para los atletas populares, apostar por pruebas como la Media Maratón de La Cartuja es apostar sobre seguro. Porque con demasiada frecuencia se están sucediendo fiascos al calor de la explosión del running. El Club Atletismo San Pablo volvió a sacar nota en el vigésimo aniversario de una prueba consolidada, que este año ha ganado si cabe en empaque, con un trazado hermoso, en los que los 3.500 corredores, cada uno en su nivel, disfrutaron de lo lindo sin contratiempos, con espacios, sin agobios, y con un final en la meta del Estadio Olímpico, con buen ambiente en la grada de preferencia, inolvidable para los que debutaban en los 21 kilómetros y 97 metros.
Y las marcas fueron excelentes. El sevillano de Gerena Tomás Padua, un magnífico corredor que ha visitado infinidad de podios por toda la provincia, repitió la victoria de hace un año pero mejorando su tiempo. Hace un año se presentaba en meta en 1:10.20, y en esta ocasión lo hizo 19 segundos más rápido. Segundo fue Alhassane Bangoura, con una marca de 1:10.08, es decir, una diferencia mínima de 7 segundos, mientras que el triatleta sevillano Samer Ali-Sad fue tercero, con 1:10.50. Todos ellos compartieron grupo cabecero prácticamente desde el principio.
Por lo que respecta a la categoría femenina absoluta, la triatleta sevillana María Rojo Rodríguez también se marcaba un carrerón, concluyendo con un tiempo de 1:22.48. Hay que recordar que la ganadora de 2014, María del Carmen Pérez García, se imponía con una marca de 1:28.20. Entonces era segunda la atleta sevillana Noemí Delgado Ramírez, que volvió un año después al mismo puesto del podio, pero con mucho mejor marca: de 1:29.31 ha pasado en este 2015 a un registro de 1:23.48, con una sensible mejora en una carrera que cada vez tiene más nivel. Tercera fue la atleta conquense María Jesús Algarra, con 1:24.59.
Llamativa la presencia de bastantes participantes extranjeros, lo que da idea del crecimiento y prestigio de esta media maratón. Y si encima el día acompaña, como suele, miel sobre ojuelas.
RESULTADOS
