Con el alta en su mano, Palop está ya en condiciones de reaparecer tras varias semanas de baja. Ahora, la pelota está en el tejado del técnico, que asegura tener decidido ya quién jugará el domingo. Salga quien salga, dice, la decisión será acertada, ya que tanto él como De Sanctis son de garantías.
"Lo tengo claro, sí, pero no lo voy a decir. Ojalá tuviera dos jugadores por puesto peleando por él y que, juegue quien juegue, lo haga igual. Es una decisión complicada, pero también buena, ya que son dos grandes porteros", dice cuando se le pregunta si el valenciano volverá al equipo o permanecerá bajo los palos el italiano Morgan de Sanctis.
"Lo que hemos ganado con la lesión de Palop es que De Sanctis nos ha mostrado aquí en España y en el Sevilla que es un portero de garantías. No sólo tenemos al gran Palop que fue un héroe y clave en la consecución de cinco títulos, sino que también está él. La decisión tiene que ser la más honrada posible buscando lo mejor para el equipo, pero tome la decisión que tome, acertaré", añade el técnico del Sevilla.
Jiménez recuerda que "en el filial rotaba a los porteros porque ambos tenían proyección, pero no es éste el caso", por lo que afirma que "el que juegue en Huelva el domingo tendrá muchas opciones de seguir haciéndolo".
También habló ayer el entrenador de otros asuntos de actualidad. Entre ellos, la inminente llegada de Kanouté y Keita tras caer eliminados en la Copa de África. "Lo siento por los seguidores de Malí, pero nosotros estamos contentos de que vuelvan dos jugadores importantes. Todavía tenemos allí a otro", dice Jiménez en alusión al delantero costamarfileño Arouna Koné, del que comenta que su aportación todavía "tiene que ser importante" para el equipo.
Jiménez califica el regreso de estos jugadores como "los mejores fichajes", ya que considera que dirige a "una magnífica plantilla" y que ahora sólo espera que "si alguien cae lesionado, algo normal porque estas cosas pasan, no sean todos de una misma línea".
sin polémicas. Respecto a los ecos del partido frente a Osasuna y en concreto la frase atribuida a Ziganda, el entrenador del Sevilla prefiere dejar atrás ya este delicado asunto. "No quiero pensar ni por asomo que lo haya dicho. No quiero entrar en ningún debate y, lo único que me importa es el Recreativo. Lo que pasó ante Osasuna fueron hechos desgraciados, que suceden mucho cuando entran en escena estos equipos. Paso página", dice.
Al hilo de ello, prefiere no profundizar tampoco en las acusaciones de falta de deportividad del Sevilla por no echar el balón fuera cuando un rival estaba en el suelo. "Los equipos son los que acuerdan a principios de temporada si lo van a echar fuera o no, aunque la decisión debía tomarse en la UEFA o FIFA. El único que tiene que tomar la decisión de si se para es el árbitro.
De antemano sabíamos que no íbamos a echar el balón fuera ni nosotros ni ellos, y así se lo dijimos al árbitro", explica Jiménez, a quien sólo preocupa "engancharse" a la lucha por uno de los primeros puestos de la tabla.
