Los vecinos del joven encontrado muerto de un disparo en su casa de la calle Granado de Torreblanca siguen sin salir de su asombro, y no dejan de arropar con sus palabras a la familia de Manuel, el fallecido. "Son una familia estupenda, todos los conocemos y no estaban metidos en nada malo", insisten para alejar el fantasma de que la muerte del chico haya tenido algo que ver con asuntos turbios.
La autopsia ha confirmado que la muerte se produjo a causa del disparo, pero el grupo de Homicidios de la Policía Nacional mantiene abierta la investigación y "no descarta ninguna hipótesis" para explicar una muerte que los vecinos no dejan de repetir que es "muy extraña". Insisten en que su familia es muy querida, no tiene problemas con nadie y tanto el fallecido como sus padres trabajaban a diario en una frutería en la calle Pino, fuera de la zona más degradada de Torreblanca.
Manuel fue encontrado muerto el lunes por un vecino, el Zanahoria, al que los padres del chaval le pidieron que entrara por la ventana al encontrar la puerta cerrada después de echar en falta a Manuel, que no había ido a comer. El Zanahoria les contó que Manuel tenía un disparo en el costado pero que en la habitación no se veía ningún arma. Las sospechas crecieron porque nadie había oído tiros el día anterior, como dijeron varios residentes de la calle.
Un vecino llamado José, que se mostró sorprendido, aseguró a Europa Press que "no había nada forzado, ni la puerta ni la ventana, ni se escuchó ningún disparo". Además, incidió en que el joven de 22 años era "buena gente y conocido por todos". "Nunca ha tenido problemas con ningún vecino. Se juntaba con mis hijos y nunca hemos tenido problemas con él ni con sus padres". Otro residente, José Luis, insistía: "Esto es una incógnita porque nadie sabe nada, ni ha escuchado ni visto nada", aseveró.
Por otro lado, los esfuerzos de los vecinos por distinguir a la familia del fallecido de otros vecinos vuelven a sacar a relucir la situación que se vive en las llamadas casitas bajas de Torreblanca, foco de delincuencia donde el ambiente se ha deteriorado más si cabe en los últimos años, en los que se ha cerrado la úncia asociación vecinal que había en la zona y hasta la Policía ha abandonado la pequeña sede que tenía en el barrio.
