Es la comidilla del barrio desde el sábado. La ilusión de los vecinos de Torreblanca cuando a finales de septiembre, en plena romería, las cámaras de Cuatro recorrieron sus calles y entrevistaron a sus vecinos se tornaron en "indignación" y "vergüenza" el viernes tras la emisión del programa Callejeros. El martes, las 32 asociaciones de vecinos, comerciantes, culturales, deportivas y hasta las hermandades se reunieron para dar una respuesta: los comercios cerrarán dos horas (de 19.00 a 21.00 horas, porque la crisis no permite más) y habrá una concentración a las 19.30 en la que se leerá un manifiesto que remitirán, junto a las firmas recogidas, al Ayuntamiento para que apruebe una moción de repulsa. IU ya se ha solidarizado con ellos y su portavoz municipal, Antonio Rodrigo Torrijos, irá a la manifestación. La historia se repite. Hace dos años, Rochelambert también se levantó contra Callejeros.

Los vecinos son realistas. No niegan que en este barrio de 30.000 vecinos "existe esa minoría" que vive en una "zona de chabolismo pero con escrituras" -en el reportaje se muestran casas degradadas, con gallinas en los garajes y chatarra de dudosa procedencia-, sumida en el deterioro y con problemas de delincuencia y droga, pero son "el 3% y están muy localizados", critican el presidente de la asociación de vecinos La Casa del Barrio, Antonio López, y el director del Centro Cívico, Ángel Luis Álvarez. Su queja radica en que solo se haya sacado esa parte que "no refleja la totalidad de lo que es el barrio, donde hay gente obrera muy luchadora", defiende Álvarez, que lleva 12 años en el barrio primero como trabajador social y desde 2005 dirige el centro.

"Si hubieran sacado de todo pues mira, eso también es nuestro, pero del resto no han sacado nada", denuncia López, quien pone el dedo en la llaga. No es solo cuestión de orgullo y dignidad. Las casas pierden valor, desmoraliza a los estudiantes y estigmatiza al buscar trabajo. "Mi hija está echando currículum y no sabe qué poner en la dirección", dice.

López reconoce que la productora contactó con ellos y otras asociaciones. Les contaron los cursos y actividades que organiza el centro cívico, presumieron de sus tres campos de fútbol de césped artificial y de los médicos, abogados o jugadores como el exsevillista Jesuli oriundos del barrio, "pero preguntaron por algo más marginal y yo les dije que no les iba a acompañar para hablar mal de mi barrio. Ya no llamaron más". A la reunión del martes acudió gente que sale en el reportaje, como el padre Jesús de la parroquia de San Antonio, que "está decepcionado" con el retrato que la tele transmitió.