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Torrepavas vende por la integración

Dentro de la Fundación de Personas con Discapacidad está el centro ocupacional de Torrepavas. En éste participan 44 usuarios repartidos en cuatro especialidades: bricomanualidades, jardinería, tapices y arte y creatividad. Como novedad, este curso venden los productos que elaboran.

el 16 sep 2009 / 01:11 h.

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Dentro de la Fundación de Personas con Discapacidad está el centro ocupacional de Torrepavas. En éste participan 44 usuarios repartidos en cuatro especialidades: bricomanualidades, jardinería, tapices y arte y creatividad. Como novedad, este curso venden los productos que elaboran.

Los usuarios de este centro ocupacional de La Rinconada se emplean a lo largo de la semana en talleres en los que, por un lado, trabajan habilidades domésticas y sociales y, por otro, aprenden a desenvolverse en una profesión. Este programa tiene tradición, ya que se puso en marcha con la apertura del servicio en el año 1986. Desde entonces, los monitores de Torrepavas se dedican a proporcionar servicios sociales especializados que impulsan la integración de las personas que padecen algún tipo de discapacidad psíquica y sufren ciertas dificultades a la hora de entrar en el mercado laboral.

Igualmente, en estas instalaciones se favorecen las habilidades personales y sociales del usuario, al que se forma y habilita laboralmente al tiempo que se normalizan sus condiciones de vida.

Cuando comenzó a funcionar sólo se impartía el taller de jardinería. Según explican los monitores del centro ocupacional, "desde aquella época se ha avanzado mucho, y en estos momentos los usuarios están repartidos en cuatro especialidades diferentes". De este modo, con el tiempo se han ido añadiendo nuevos talleres, entre los que se incluyen los antes mencionados.

Estos programas tienen en común que los productos que realizan los alumnos se venden en el propio centro ocupacional y todos los jueves en el mercadillo del barrio de San José. Esta propuesta se puso en marcha a finales del año pasado y "está resultando todo un éxito", según sus promotores. En palabras de los responsables del centro ocupacional, la puesta en venta de los trabajos "les motiva mucho" porque ven que sus productos gustan a los vecinos y tienen salida. "Para ellos es todo un reto y una satisfacción emplearse en estas actividades", añaden.

Las clases están constituidas por grupos muy heterogéneos y dinámicos, con alumnos de perfiles diferentes. De todos modos, cada uno desempeña un trabajo encaminado a aprender destrezas. Los alumnos de jardinería, por ejemplo, aprenden labores relacionadas con el cuidado de plantas, la siembra y la elaboración de centros florales. De hecho, cuentan con un pequeño huerto en el patio del recinto. Próximamente, también tendrán un nuevo invernadero donde poder trabajar y hacer prácticas.

En el taller de bricomanualidades realizan trabajos de carpintería, liman madera, pintan y hacen las plantillas de los productos que quieren crear. Según el monitor del taller, Blas Molina, consiste principalmente en "traerles un objeto de madera y lo que hacen los alumnos es reproducirlo, pero adaptándolo a las capacidades que tienen".

Los tapices y las alfombras se elaboran en otro taller donde los alumnos aprenden todos los trucos habidos y por haber.

Y, en último lugar, la gran novedad del centro ocupacional: desde hace algo más de un año comenzó a desarrollarse el taller de arte y creatividad. De este modo, los asistentes al taller confeccionan distintos objetos de decoración, jabones de diverso tipo, collares, pulseras y bisutería. El taller se completan con sesiones de relajación, musicoterapia y expresión corporal, para que todos se sientan mejor.

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