Deportes

Torrijas, espinacas y una peregrinación a Nervión

LA CONTRACRÓNICA. El desenlace no lo sabremos hasta el próximo jueves. Esperemos que el empacho de dulces cuaresmales no sea el protagonista la próxima semana.

el 04 abr 2014 / 00:51 h.

Los jugadores del Sevilla, lamentan el gol encajado. / Ramón Navarro. Los jugadores del Sevilla, lamentan el gol encajado. / Ramón Navarro. El partido del Sevilla en Oporto le vino al pelo la gastronomía típica de la Cuaresma sevillana. La primera parte fue un pestiño con grandes dosis de torrija por parte de los jugadores del Sevilla. Así de rico y así de indigesto. No hay estómago que resista un atracón de estos dos dulces y el Sevilla se lo pegó. Desde que el colegiado decretó que la bola se pusiera en juego los de rojo –por fin de este color– se vieron completamente desbordados por las embestidas de los portugueses. Y así es difícil llegar a ninguna parte, y menos a una semifinal de la Europa League. Lo único bueno que tuvo esta mala tarde de Cuaresma es que aún hay tiempo para redimir los pecados, algo que comenzó en la segunda parte. Las tradicionales espinacas con garbanzos pudieron ser el remedio cuaresmal para que los jugadores estuvieran algo más entonados en los segundos cuarenta y cinco minutos, aunque también continuaron pasando apuros y la defensa se las vio y deseó para seguir frenando los rápidos ataques lusos. Quién se dejó el plato sin apenas probar bocado pudo ser el francés Gameiro. El galo da signos de una clara mejoría y de haber recuperado su olfato de gol pero de vez en cuando pega un petardo como el de ayer ante el portero Fabiano. Ahí estaba buena parte de la eliminatoria si hubiera estado más atinado e hiciera lo más fácil, que era marcar el gol en lugar de pegar un zambombazo contra el portero rival. Y ya que estamos terminando la Cuaresma y se acerca la Semana Santa, esta eliminatoria también vivirá una tremenda peregrinación el próximo jueves al Ramón Sánchez-Pizjuán. La afición del sevilla tiene la sana intención de reventar su estadio dentro de seis días para colaborar de forma directa en el posible pase a unas semifinales de la Europea League. El sevillismo no olvida que esta competición cambió la historia del club han dejado claro desde el partido en Estoril –donde hubo más de 4.000 sevillistas desplazados– que con Europa no se juega. El desenlace no lo sabremos hasta el próximo jueves. Toca remontar, de nuevo, aunque esta vez con todo un estadio a favor. Esperemos que el empacho de dulces cuaresmales no sea el protagonista la próxima semana.

  • 1