Torrijos y Medrano, juntos en el acto de presupuestos participativos de ayer.
La convocatoria oficial era la clausura de las VIII Jornadas Internacionales de Presupuestos Participativos, pero aquello se convirtió en un pequeño mitin en el que el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos (IU), hizo toda una declaración de intenciones políticas. Un día después de conocerse que la juez del caso Mercasevilla le llamará a declarar, aunque sin aclarar si en calidad de testigo o de imputado, Torrijos declinó hacer el más mínimo comentario al respecto, pero no se calló una en cuanto a mensaje político, que resumió en defender que IU es la responsable de lo que hoy es Sevilla y en arremeter contra un PP al que volvió a acusar de esconder su ideología real.La cita tenía su aquel, porque permitía ver a Torrijos con Josefa Medrano, la delegada de Participación y número 2 de la lista de IU para las próximas municipales, para la que el fiscal pedía esta semana siete años de inhabilitación por impedir un acto de homenaje a Agustín de Foxá. Consciente de ello, y en su línea de no hacer declaraciones sobre actuaciones judiciales, Torrijos se centró en la política y en el riesgo que tiene ésta del “original y la copia”. El original, alegó, es IU, que ha cambiado la ciudad con por ejemplo carriles bici y viviendas públicas, y la copia es el PP, los mismos que criticaban lo que se hacía “y ahora nos discuten el copyright”.
“Hemos cometido errores y lo que te rondaré morena”, reconoció, pero insistió en que la Sevilla “más bonita, sostenible y humana” de hoy es posible en buena parte a su formación. En el otro lado del cuadrilátero está una derecha que intenta dar la imagen de una ciudad “caótica, ingobernada y sucia”, la misma derecha que “ahora vende el sueño de arreglarlo todo diciendo que lo va a hacer mejor”.
Con esto volvió a uno de los argumentos que más está utilizando IU en los últimos meses, la crítica a un PP que “oculta su ideología política, y eso es un fraude electoral a la ciudadanía”. Por ello, embistió contra el PP que dice que “no es de izquierdas ni de derechas, sino de Sevilla”, un PP que no permitirá iniciativas como la de los presupuestos participativos porque le interesa cultivar el analfabetismo democrático de los ciudadanos y dibujar a los que no piensan como ellos como “gente perversa, corrupta, despótica, desagradable e inculta”. Esa misma imagen, admitió, la tienen ya muchos de él mismo, que lo ven como “cafre, inculto, corrupto y golfo”. Y todo esto, sin decir ni mu de Mercasevilla.