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Torrijos y Zoido tensan su pulso para ganar votos

Frente a aquel pacto entre Rejón y Arenas para debilitar al PSOE, PP e IU libran en el Ayuntamiento una batalla campal desde hace meses.

el 08 may 2010 / 18:18 h.

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La otra pinza. Es como la pinza pero al revés. Frente a aquel pacto entre Rejón y Arenas para debilitar al PSOE, PP e IU libran en el Ayuntamiento una batalla campal desde hace meses que, pese a todo, tiene un mismo destino, aunque involuntariamente en el caso de la federación: debilitar a los socialistas.

Los populares saben que la marca PSOE está tocada y que puede perder votos por la derecha, y para ello tienen decidido culminar una cuidada estrategia que han venido trazando durante todo el mandato: degradar la imagen de Antonio Rodrigo Torrijos donde le más le duele a un político,  generando un halo de corrupción en torno a su figura -explotando al máximo los errores del grupo municipal-, para luego poner encima de la mesa del votante socialista que el destino de su sufragio es la reedición del pacto de los últimos años.

La imagen de Zoido esta semana enseñando la foto de Torrijos con Juan Espadas no es el inicio de esta línea de trabajo, sino un paso más al que le seguirán nuevas actuaciones contra la federación, centradas especialmente en Mercasevilla. El PP ya tiene asumido, tras tres años, que su línea de trabajo ha tenido el efecto contrario y ha afianzado al electorado de IU. Ahora toca usarlo contra los socialistas.


Un enemigo común. IU nunca ha eludido este frente. Todo lo contrario. Son célebres las retahílas de insultos de Torrijos durante los plenos, sus argumentaciones sobre la confluencia de las "derechas mediática, económica y política" para dar un giro en el Consistorio o sus peticiones de un cara a cara con Zoido. Torrijos se erige así en la imagen de un gobierno contra la derecha mientras los socialistas rebajan su perfil.

Le ha dado su resultado: sus bases están más unidas que nunca. No hay nada que cohesione como un enemigo común. Están ya cerca del cuarto concejal. El problema es la procedencia de estos sufragios y si estos vienen del PSOE. De ahí que, conforme pasen los meses, se tengan que limar las respuestas: "De poco nos serviría subir en varios ediles y que el PSOE se desplome a doce", admiten desde la federación.  


Acuerdos. Todos hacen cuentas, no desde ahora, sino desde junio de 2007. No son dirigentes del PSOE quienes hablan de pactos -como señala el PP- sino la historia. En Sevilla, la mayoría absoluta es casi inalcanzable.

Y eso deja a Zoido en una situación muy delicada pese a que los socialistas lleven tres años regalándole argumentos y sin acertar con la estrategia para bloquearle. En 2007 acabó ofreciéndole un generoso acuerdo a Torrijos, pero ¿qué margen tendrá en 2011 con esa puerta completamente cerrada?

Pese a los esfuerzos de Pilar González, que ha intentado adelantarse a la campaña pegando ya carteles con su imagen y un logo que recuerda al que llevó a la Alcaldía a Alejandro Rojas Marcos, el PA está ya demasiado apartado de la primera línea política. Upyd que sí se ha hecho un espacio a nivel estatal, ha dejado pasar los meses sin entrar de verdad en la capital y este fin de semana la formación, muy dividida, se enfrenta en una elección orgánica determinante.

Si en el PSOE o en el PP, el que pierde acaba aceptándolo y esperando su turno; en el partido de Rosa Díaz, con militantes que no vienen de las bases, el sector que sale derrotado se aparta casi por completo.  El PP, por tanto, sólo puede tener la mayoría absoluta. Mientras que PSOE e IU tienen margen. La federación, de momento, cumple sus objetivos. El PSOE aún debe conseguirlo, una vez que se lance definitivamente a Juan Espadas.


Bicefalia.  Si el PSOE quería coordinación entre Plaza Nueva y Luis Montoto, ya ha empezado mal. Por un lado, el alcalde quiere acelerar el ritmo, reivindicarse en su último año.

Lo demostró anunciando el acuerdo del Metro, sin pactarlo antes con Obras Públicas - "llama a la consejera y cuéntale", le dijo a Francisco Fernández mientras acababa la rueda de prensa del lunes-; contraprogramándole el día de la presentación de los proyectos con un acto del tranvía y anunciando una reordenación en Triana.

El partido y un sector del gobierno llevan otra velocidad, quien frenarle como se ha hecho en Pagés del Corro. Por otro lado, y en contra de lo que defienden los socialistas, Tussam sí es un precedente. En el servicio de grúa se prepara otro conflicto, y ya han llamado a las puertas de Espadas, y poco le falta a los sindicatos municipales que aún pelean por el acuerdo laboral  de Carrillo.


Metro. El Metro es la gran baza del PSOE. De ahí dos decisiones tomadas por el partido: aplazar cualquier debate incómodo sobre una línea en superficie y aproximar los lejanos  plazos -2015- a los vecinos con un proceso participativo.

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