Los partidos empiezan a marcarse metas ante las elecciones municipales de 2011. Y hay dos que quedaron ayer de manifiesto: ¿quién llega con menos imputados en sus filas, y quién es capaz de mantener a su electorado más distante de la inevitable dinámica de pactos post-electorales? Por eso ayer los tres grupos pasaron horas tratando de distinguir un "imputado de un querellado" y por eso dedicaron buena parte del resto de la sesión a determinar qué pasó en las negociaciones previas a la formación del gobierno local de 2007.
Aunque las últimas encuestas den mayoría absoluta al PP, IU sigue en torno a los tres concejales y la caída del PSOE no es irreversible. De ahí los intentos de los dos socios de gobierno por recrear lo ocurrido en 2007 tras los comicios, cuando el PP hizo una oferta de gobierno a la federación de izquierdas para desalojar a Alfredo Sánchez Monteseirín. Ayer, Torrijos fue incluso más lejos y afirmó con rotundidad que la propuesta fue ambiciosa: "El PP me ofreció ser alcalde con tal de formar gobierno". Una afirmación ratificada después por el edil José Manuel García: "Podemos desvelar más cosas, como los intentos de mediación de la dirección regional del PP para que pactásemos".Y con una estrategia estudiada, el PSOE, a través del portavoz Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, se sumó a un interrogante que se repitió decenas de veces en las más de ocho horas del Pleno: "Señor Zoido, si se repitiera la situación en 2011, ¿pactaría con Torrijos? ¿Correría dándose patadas en el trasero detrás de él?" Si bien no hubo una respuesta clara, sí hubo dos contestaciones a los socios de gobierno. La primera de Beltrán Pérez: "Eso de que le ofrecimos la Alcaldía no se lo cree ni usted, señor Torrijos. Si no, saque una grabación". La segunda de Juan Ignacio Zoido: "Con el señor Torrijos no voy ni a la vuelta de la esquina. Pido un compromiso: que cada uno se vote a sí mismo en 2011".
Pero antes de los pactos llegará la campaña. Y ahí entra el segundo debate: ¿Quién tendrá más imputados? Y ahí PSOE e IU centran sus esfuerzos en que caiga Beltrán Pérez en el marco de la querella por calumnias formulada por Torrijos. De momento, hay dos documentos. Uno pone querellado, al que se aferra el PP. Y otro, imputado, al que recurren los socios de gobierno para contrarrestar aunque sea levemente los casos Unidad y Mercasevilla.