Los trabajadores de los astilleros de Sevilla cortaron hoy el río Guadalquivir quemando una barcaza a la altura de la factoría naval, con la idea de pedir a la empresa una actitud "más racional" y que acepte el plan propuesto por la Junta.
Fuentes del comité de empresa indicaron a Europa Press que esta mañana se reunió el pleno del comité, que analizó la situación y constató que "ésta no ha variado sustancialmente en relación con la semana pasada y la empresa sigue en su actitud irracional".
Por ello, decidieron cortar el cauce del río mediante la botadura de una barcaza llena de contenedores con material inflamable, a la que se le prendió fuego, lo cual provocó el corte del tráfico fluvial a la altura de la factoría, en el llamado muelle de armamento.
Los trabajadores mostraron de nuevo su "desacuerdo" con la actitud de los actuales propietarios, a los que exigieron "una vez más" que cambie su "actitud irracional y basada en el interés personal, por una actitud más racional, y así se avengan a la hoja de ruta".
Asimismo, pidieron a la Junta que "negocie con los sindicatos y consensúe la hoja de ruta y obligue a la empresa con todos los medios legales a su alcance a firmar el acuerdo de colaboración para conseguir la continuidad de los astilleros".
Agregaron en ese sentido que "si para ello hay que aplicar la Ley de Expropiación, que la aplique, pues el Gobierno andaluz no puede estar cruzado de brazos e incluso llegó a decir que en 48 horas actuaría".
"Nos encontramos en una de las situaciones más difíciles para los trabajadores de los astilleros, con una parálisis casi total de la actividad, la amenaza de no cobrar salarios, un peligro de cancelación y de no cobrar las deudas, por lo que necesitamos que esta situación no se dilate más en el tiempo", aseveraron las fuentes.
