El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, aseguró ayer que la economía española casi ha alcanzado el nivel en el que ya no destruye empleo, aunque insistió en que habrá que esperar hasta 2011 para que se empiecen a crear puestos de trabajo en España.
El titular de Trabajo explicó que la economía española sigue necesitando crecer por encima del 2% en tasa interanual (por ahora sólo lo hace el 0,2%) para poder generar empleo de forma significativa, lo que no quita para que ya en 2011 se puedan crear entre 40.000 y 50.000 empleos.
Admitió que esa cifra equivale a "pocos" puestos de trabajo pero, a juicio del ministro, marcarán "el comienzo de la recuperación" de una economía, de la que dijo que no está en un momento para subir impuestos y necesita que los problemas financieros se solucionen para que vuelva a fluir el crédito a familias y empresas.
En cualquier caso, advirtió de que la salida de la crisis "va a ser más lenta que en el pasado", una verdad que el Gobierno tiene que decir, explicó en una entrevista a Onda Cero.
En opinión del ministro, las políticas públicas que se lleven a cabo ayudarán a la mejora de la economía, por lo que al día siguiente de que su departamento retomase de nuevo los contactos con los sindicatos, subrayó que "no podemos ni debemos" dejar de avanzar en materia laboral.
Es "muy importante" volver a tender esos puentes de diálogo rotos con los sindicatos y empezar a hablar, "si es posible con buen tono", sobre el desarrollo de la política laboral, aunque ve "comprensible" que después de la huelga general los sindicatos esperen algo más.
El titular de Trabajo consideró que hay que evitar transmitir a la opinión pública que el diálogo social no es capaz de hacer frente a la crisis y añadió que el Gobierno tratará de llegar a acuerdos con las formaciones políticas sobre la reforma del sistema de pensiones, que ya se debate en el seno del Pacto de Toledo.
El Ejecutivo trasladará en diciembre su propuesta "abierta" de prolongar la edad de jubilación desde los 65 a los 67 años y Gómez confió en que el debate de la política de pensiones se mantenga alejado del debate electoral.
En cuanto a los parados, insistió en su idea de que hay que mejorar la formación de los mismos para que les sea más fácil encontrar empleo y aseguró que la ayuda de 426 euros para quienes hayan agotado el subsidio de desempleo "no peligra", aunque hay que estudiar las posibilidades de una tercera prórroga por el elevado coste que tiene.
ECONOMÍA SUMERGIDA. Además, otra de las prioridades que mantiene el Ejecutivo será combatir el empleo irregular "que se centra en la población inmigrante", para lo que será "necesario" seguir mejorando la inspección de trabajo, al igual que la fiscal, pese a que el ministro aseguró que "España no tiene más economía sumergida que Suecia".
Por último, sobre su papel como ministro de Trabajo e Inmigración reseñó que "desde el punto de vista personal, uno está mejor fuera que dentro de la política", si bien reconoció que no pudo decir que no al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando le llamó para asumir esta responsabilidad.
Recordó que en el primer gobierno de Zapatero ya ocupó un cargo dentro del Ministerio de Trabajo, que tenía entonces a su frente a Jesús Caldera, con quien "no guardo ninguna diferencia".
Negociación colectiva: o acuerdo o reforma por ley
La secretaria de Estado de Empleo, María Luz Rodríguez, espera que se produzca un acuerdo entre patronal y sindicatos en materia de negociación colectiva antes de marzo para que el Gobierno no tenga que presentar un proyecto de ley de reforma de esta materia, como dicta la reforma laboral.
Rodríguez apuntó que "hay que impulsar un acuerdo entre organizaciones sindicales y empresariales, porque son quienes tienen el poder normativo sobre las relaciones de trabajo y, por tanto, a ellos corresponde definir cómo ejercen ese poder a través de la negociación colectiva".
No obstante, aseguró que, de no producirse dicho acuerdo antes del 18 de marzo, será el Gobierno quien presente un proyecto de ley de reforma de la negociación colectiva.
Sobre la primera toma de contacto con los sindicatos, Rodríguez afirmó que los desarrollos de la reforma laboral tienen un "margen" para hablar y negociar con sindicatos y patronal.
De hecho, será el próximo jueves cuando se reunirá con la CEOE por primera vez tras la huelga y en pleno proceso electoral.
Insistió en que la reforma laboral es un texto ya aprobado y que el ministro ha sido muy claro al afirmar que "la reforma ha venido para quedarse, que marca un campo de fuego y no cierra el trabajo".