El escarpe de Albollón se blindará para evitar más desprendimientos como el que el sábado sepultó a ocho vehículos que estaban aparcados junto al hotel Alcázar de la Reina. Tras este derrumbe, el Ayuntamiento de Carmona decidió acelerar el inicio de las obras para apuntalar la zona, algo que ya tenía previsto y que de hecho se encontraba en concurso de adjudicación. Ahora, este susto, en el que no hubo que lamentar víctimas mortales, ha servido para que las obras tomen carácter urgente.
Esas obras de emergencia son la primera fase de un proyecto global de actuación en la zona que el Ayuntamiento ya había aprobado con financiación de los fondos europeos (Feder) y que cuentan con un presupuesto global superior a los seis millones de euros. El alcalde de Carmona,Antonio Cano (PSOE), señaló que prácticamente el 80% de ese dinero irá a consolidar el escarpe, en el que ya se actuó en 2005, aunque en otra zona, para evitar derrumbes.
El proyecto global comprende la construcción de un nuevo vial de acceso a Carmona desde la carretera de Lora (SE-4105), además de un aparcamiento en la parte baja de este escarpe y la construcción de un ascensor que conecte que permita subir a la calle Argollón. No obstante, antes de todas esas actuaciones se procederá a la consolidación del conocido por todos los carmonenses como el barranco del Albollón.
La decisión de acelerar esta primera fase del proyecto previsto se tomó tras las reuniones mantenidas por Cano con los técnicos municipales y con los portavoces de los grupos municipales (PSOE, PP e IU), que apoyaron la medida. Además, el alcalde visitó nuevamente la zona del derrumbe junto al arquitecto Emilio Yanes, quien dirigió unas primeras obras de consolidación en otra zona del Albollón que también sufrió desprendimientos, con objeto de hacer una valoración más precisa de lo sucedido y de la evolución del terreno.
El regidor aseguró que en principio se acotará la zona para evitar cualquier riesgo personal o material, aunque los técnicos municipales confirmaron que no han sido dañado ninguno de los edificios colindantes. Además, están trabajando en la zona de forma permanente efectivos de la Policía Local, de la empresa municipal Limancar y de la agrupación de bomberos de Carmona.
No es el único desprendimiento que se ha vivido en el escarpe. Además del producido el pasado sábado, los más graves se produjeron a lo largo de las Navidades de 2003. Aquella vez resultaron afectados de forma directa el subsuelo de la zona y, por ende, las viviendas e inmuebles de la calle Juan de Ortega, entre ellos la escuela hogar San Juan de Ávila y el colegio público San Blas. Ese toque de atención llevó al Ayuntamiento a acometer las primera obras de emergencia en una zona cercana, aunque no la misma, a la que resultó afectada el pasado sábado.
