La pedanía utrerana de Trajano vive desde hace un año casi aislada de la civilización debido al mal estado de las carreteras que acceden a este núcleo poblacional. Al menos eso denuncian los vecinos de la pedanía, que afirman que de las dos carreteras que llegan a esta zona, una de ellas se encuentra cortada "porque se cayó un puente", mientras que la otra se encuentra "en muy malas condiciones". Respecto a esta segunda carretera, los vecinos afirman que está llena de socavones, provocados por el continuo paso de camiones. A todas estas dificultades se une el hecho de que la vía en cuestión es "muy estrecha y carece de arcenes, lo que dificulta aún más el tránsito".
Estos problemas están afectando a los vehículos de los vecinos de Trajano, que cada día se ven obligados a circular por la carretera, con el riesgo que supone. "Nuestros coches sufren continuas las averías", aseguran.
Ante esta situación, los habitantes de esta pedanía, en la que residen unos 1.000 ciudadanos, ya han anunciado protestas y amenazan con cortar la N-IV si no se pone un remedio inmediato y se arreglan estos dos accesos.
