Los temidos atascos que se presagiaban por el regreso masivo de los sevillanos de las playas no hizo acto de presencia y permitió un regreso tranquilo de las costas de Huelva y Cádiz. Ni la autopista Sevilla-Huelva (A-49) ni uno de los puntos con más problemas de circulación -el peaje de la AP-4 en Las Cabezas de San Juan-, pusieron en dificultades a los conductores, que tuvieron un regreso plácido y sin sufrir ni un solo kilómetro de atascos en las horas punta de regreso.
Los veraneantes que venían de las playas onubenses se libraron de las retenciones gracias a la colocación del tercer carril, que se habilitó a partir de las 17.00 horas desde el punto kilométrico 47 hasta el 5, a la altura de Bormujos y donde ya hay tres carriles por cada sentido entre esta localidad y la capital hispalense. Este carril adicional sí generó algún problema a los que cogían en dirección a la carretera de Huelva, ya que se generaron pequeñas retenciones que no llegaron a superar los tres kilómetros, a partir del kilómetro 5,5.
La tranquilidad en las principales arterias de la provincia fue la tónica predominante también por la mañana. Sólo la avería de un vehículo a la altura de la localidad de Dos Hermanas provocó cinco kilómetros de atascos en la N-IV. Además, se generaron pequeñas retenciones de dos kilómetros en el peaje de la AP-4, que se disiparon en cuanto llegó la tarde, donde se esperaban más desplazamientos en esta vía.
Los conductores, además, no tuvieron problemas con las carreteras que se encontraban en obras, como es el caso de la A-92, que mantiene desde hace un año un pequeño desvío por las obras de la futura ronda de circunvalación SE-40.
La Dirección General de Tráfico (DGT) superó con éxito una de las grandes pruebas de fuego del verano, ya que se esperaban para este fin de semana 240.000 vehículos en las carreteras de Sevilla. Todo ello se debía a la coincidencia que había entre los que salían y los que volvían de las vacaciones, a los que se sumaban también aquellos que cada fin de semana toman rumbo a la playa. Pero, al final, los únicos atascos fueron provocados por algún incendio o accidente de tráfico.
