Transavia no es la aerolínea más conocida en Sevilla. Ni siquiera en España. Pero ha tomado la determinación de adelantar por la derecha a sus inmediatas competidoras, las low cost Vueling y Clickair, justo cuando el sector aeronáutico atraviesa una tormenta económina de efectos imprevisibles.
Los portavoces de la compañía francesa, filial del gigante KLM, participado por Air France (60%) y por el holandés transavia.com (40%) anunciaron ayer que acaban de apropiarse de una de las conexiones más demandadas en San Pablo, la ruta Sevilla-París, que empezará a funcionar dentro de nueve días.
El 26 de octubre Transavia estrena una conexión directa con el aeropuerto de París Orly, con un precio de salida de 45 euros, incluidas tasas y recargos. Arrancará con un vuelo al día, y prevé ampliar a dos vuelos diarios a partir de Navidad y hasta marzo de 2009.
Este mes, Vueling ha dejado vacía la ruta Sevilla-París, afectada por la subida del precio del carburante y por las turbulencias de la crisis financiera internacional. Vueling ha dejado en suspenso siete rutas internacionales, y espera consumar su fusión con Clickair en el primer trimestre de 2009. Transavia, en cambio, parece vivir esa coyuntura económica desde otro prisma distinto. Sus datos de ocupación del pasado verano superan el 90% y se han lanzado a acaparar la ruta a París porque, según la vicepresidenta de marketing, Hélène Abraham, "la necesidad de viajar sigue ahí, pese a la crisis".
