A finales del siglo XIX y principios del XX, los primeros transformistas y transexuales salieron del anonimato y se subieron a un escenario en los cabaret, pequeños teatros ubicados en tabernas y bares vinculados a los bajos fondos y el hampa, donde las luces de neón, las plumas y el humo de los cigarros camuflaban la historia de marginación social que muchos de estos artistas arrastraban. Hoy, en pleno siglo XXI, una docena de mujeres transexuales se han unido para recuperar el espíritu de esos espectáculos y recordar que todavía en la actualidad, la orientación y la identidad sexual de una persona sigue siendo motivo de marginación.
La Asociación de Transexualesde Andalucía (ATA)_creó hace unos meses la primera compañía de teatro de transexuales que estrenará, el próximo miércoles en el Teatro Duque de Sevilla, su primer espectáculo Transcabaret. Solo la coreógrafa, Joyce Meireles, es profesional de las artes escénicas. Las doce mujeres que cantarán, bailarán y actuarán en el espectáculo se suben por primera vez a un escenario de manera profesional para sacar su "parte más divertida" tras una vida en la que han pasado por "muchas vicisitudes", según explica Mar Cambrollé, presidenta de ATA y una de las artistas.
"La mayoría de las chicas están en paro, algunas son camareras de hotel, también peluqueras, y es un elenco internacional porque además de mujeres de aquí hay de Venezuela, Brasil y Perú", explica Cambrollé. El espectáculo rinde homenaje a la película Cabaret que en los años 70 protagonizó Liza Minelli. Recupera además el espíritu de un género escénico que dio un medio de vida a muchas transexuales, transformistas, gays y lesbianas que por su mera condición sexual no tenían opciones de desempeñar otro tipo de trabajos. Aún hoy, la integración social y laboral de las mujeres transexuales no es fácil, como prueba el hecho denunciado varias veces por ATA_de que el 80%_de ellas se dedican a la prostitución.
Precisamente, una de las características que destaca Cambrollé del elenco es que "la mayoría superamos los 40 años". Su vida es testimonio de la exclusión a la que se han visto tradicionalmente sometidas, al tiempo que el inexorable paso del tiempo rompe con el estereotipo de mujeres de bandera condenadas a ganarse la vida con su cuerpo.
Pero a la vez, con Transcabaret pretenden dar ejemplo de que "nunca es tarde para tener ilusión y hacer cosas". Cambrollé deja claro que la denuncia social del espectáculo está sobre todo en el trasfondo de sus vidas, pero el espectador se va a encontrar fundamentalmente con números musicales y comedia.
Y es que, desde septiembre, la propia Mar, Estela González, Yara Moreira, Lola García, Carol Ferrer, Canija Power, Susana Grado, Christina Pajares, Marcela Zambrano, Johana Leal y Luciana Torres, ensayan en la sede de ATA todos los martes y jueves durante tres horas, a las órdenes de Joyce Meireles, también transexual, y del director artístico Marciano Backman. Las entradas para el estreno del miércoles ya están prácticamente agotadas (el aforo es de 170 personas) y aunque en principio es el único día de función, aspiran a lograr contratos para hacer una gira.
