Óscar Trejo, delantero del Sporting de Gijón, sigue siendo uno de los futbolistas apuntados y subrayados en la libreta de la dirección deportiva del Betis, sobre todo después del descenso del conjunto asturiano a Segunda División. El jugador, uno de esos atacantes especializados en actuar por la banda, responde al perfil que tanto busca el club de Heliópolis para liberar de esas demarcaciones a sus auténticos delanteros (Rubén Castro, por ejemplo). Y el interés, adelantado hace dos meses por este periódico, ha sido reconocido de manera informal por el propio futbolista. El viernes organizó un partido benéfico en su ciudad natal, Santiago del Estero, y al término del choque comentó que su agente está negociando con el Betis, aunque oficialmente aseguró que su intención es retornar a España para ponerse a las órdenes del Sporting, con el que tiene tres campañas más de contrato.
Las condiciones contractuales de Trejo, de 24 años, no son las ideales para el Betis. Su sueldo, aunque sea por poco, excede el techo impuesto por la rigidez económica en La Palmera, ya que el argentino cobra unos 800.000 euros en el Sporting. Ese obstáculo, en todo caso, no es insalvable, ya que el club de las trece barras le ofrece continuar en Primera División. Además, la nueva política financiera verdiblanca pasa por compensar la reducción de salarios con pluses por objetivos individuales, de manera que la pérdida acabaría no siendo tal. El otro inconveniente, su cláusula de rescisión, es negociable, ya que el Betis directamente desaparecería si pagase los 12 millones de euros que vale la libertad del atacante.
En principio, Trejo es intransferible para el Sporting, que considera que el argentino es uno de los puntales de su proyecto para ascender. Ahora bien, también es uno de sus activos más atractivos. Como es natural, nadie va a abonar esos 12 millones, pero el Betis también tiene armas para suavizar la negociación, quizá ofreciendo futbolistas que no cuentan demasiado para Pepe Mel. Por ejemplo, Salva Sevilla, que en Primera no ha brillado ni mucho menos pero que en Segunda resultó fundamental. O, en un trueque de atacante por atacante, incluso Jorge Molina, que casualmente fue compañero de Trejo en el Elche en la temporada 2009-10. No coincidió, sin embargo, con Pepe Mel en el Rayo Vallecano, ya que al equipo franjirrojo llegó, cedido por el Mallorca, meses después de que el técnico fuese destituido.
El amistoso en el que Trejo insinuó que su futuro puede estar en el Betis fue organizado por él mismo a beneficio de la fundación que lleva su nombre. El dinero ingresado era para ayudar a los niños que malviven en su ciudad natal y a la cita acudió el sevillista Lautaro Acosta, entre otros. El Betis, dicho sea de paso, ya tanteó al Chocota Trejo hace un par de años, cuando empezaba a destacar en las filas del Mallorca.
SUENA EL PARAGUAYO NÚÑEZ. Otro delantero sudamericano, en este caso paraguayo, suena desde ayer para el Betis. Se trata de José Ariel Núñez, atacante del Libertad de Asunción que este año ha convertido 7 goles para su equipo y ya ha sido internacional. En septiembre cumplirá 24 años.