Dos violentos atracadores realizaron el jueves tres disparos con una escopeta dentro el supermercado Dia de la plaza de Joselito, en el Polígono San Pablo, y obligaron a las cajeras a darles todo el dinero antes de huir hacia los Pajaritos. Cuando un patrullero intentó detenerlos, uno de los ladrones encañonó a un policía.
Los atracadores estuvieron un cuarto de hora en el supermercado, según contaban temblando las empleadas, que horas después del asalto, en el que el guarda de seguridad se dislocó un hombro forcejeando con un ladrón, tuvieron que abrir la tienda. El de ayer era el tercer asalto que sufrían en tan sólo tres meses, todos a mano armada. La forma de actuar es similar a la del asalto del día anterior en un Supersol de Las Candelarias, donde también dispararon para llevarse la caja.
El robo fue a las seis menos cuarto de la tarde, cuando las tres empleadas acababan de abrir y había dentro siete clientes, entre ellos un niño. Un atracador entró con un chaquetón negro y un casco de moto y desde la puerta hizo un disparo que impactó en una mampara, provocando un gran agujero. El vigilante de seguridad le salió al paso y forcejeó con él, pero resultó herido y corrió a las oficinas a llamar a la Policía.
El ladron empezó a gritar: "¡El dinero, dame el dinero!", y cogió del pelo a una clienta a la que, al llevar un jersey rojo y estar al lado de una cajera del supermercado que llevaba el uniforme de ese color, pudo confundir con otra empleada. "¡Tú misma! -le gritó-, ¡dame el dinero!", dijo mientras la empujaba, según contaba más tarde la encargada, que salió del almacén al escuchar los gritos.
Ella fue quien abrió las cajas y le dio el dinero. Una parte se la lanzó a través de la puerta mientras ya se iban. "Me gritaba que no quería hacerme daño y que le diera el dinero, y por supuesto se lo di. Había dado tres tiros y al verlo peleando con el vigilante, pensé: a este hombre lo va a matar", explicaba. El guarda tenía sangre en una mano y creyeron que podrían haberle disparado, pero al parecer se cortó con los cristales de la puerta, rota por los atracadores.
El tiempo se les hizo eterno el rato que el atracador siguió esgrimiendo con el arma mientras aguardaba a recibir el dinero de las dos cajas registradoras y la caja fuerte. Los clientes no dejaban de gritar, y una mujer se tiró al suelo, por lo que también pensaron que podía estar herida, aunque nadie sufrió lesiones. "Se han llevado toda la recaudación de la mañana", decían las empleadas, que no habían contabilizado el botín.
Cuando el ladrón salió y subió a ciclomotor en el que lo esperaba otro hombre llegó un patrullero de la Policía Nacional que los persiguió. Varias calles más lejos logró ponese a su lado y pedirles que pararan, pero el atracador apuntó a un policía con el arma y el patrullero lo evitó, "para no provocar una situación de peligro en un lugar muy transitado por otros coches", explicaron fuentes policiales.
La persecución llegó a Los Pajaritos, donde casi una veintena de coches persiguió a la moto a toda velocidad por las estrechas calles del barrio, pero acabaron por perderla. Anoche, numerosos patrulleros de Policía Nacional y Local seguían dando vueltas para localizarlos, ya que sospechan que son vecinos de Los Pajaritos.
El atraco es muy parecido al cometido anteayer en un Supersol de Candelería, en Las Candelarias, junto a Los Pajaritos: dos ladrones dispararon una escopeta y se llevaron la caja, que dejaron tirada vacía en la iglesia de Las Candelarias. Uno huyó hacia Santa Aurelia y otro a Los Pajaritos.
Montesión . Sobre las nueve de la noche de ayer se produjo otro atraco, cuando un hombre con un cuchillo asaltó el Dia de la plaza de Montesión, en la calle Feria. La Policía no facilitó más datos anoche.
