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Tres campeones de Europa y tres hombres sensatos

Un año más, el Villarreal CF tiene todo el derecho del mundo a considerarse parte de la élite del fútbol español y europeo. Cuarto en la Liga y vivo en la Champions, el equipo amarillo no hace ruido pero sí un fútbol coherente, equilibrado y a ratos brillante. Como el club. Cuando las cosas se hacen bien...

el 15 sep 2009 / 23:21 h.

Un año más, el Villarreal CF tiene todo el derecho del mundo a considerarse parte de la élite del fútbol español y europeo. Cuarto en la Liga y vivo en la Champions, el equipo amarillo no hace ruido pero sí un fútbol coherente, equilibrado y a ratos brillante. Como el club. Cuando las cosas se hacen bien...

¿Qué tendrá Vila-Real, una pequeña localidad sin más atractivo que su proximidad a la costa y a Castellón, para que hombres como Riquelme, Palermo, Pires, Nihat, Tacchinardi o Ibagaza vayan allí a jugar al fútbol? ¿Y cómo es posible que el Villarreal, que hace diez años daba sus primeros pasos en Primera, aportase tres futbolistas a la selección campeona de Europa? El rival del Betis suena a misterio insondable, pero las cosas son más sencillas de lo que parecen. El Villarreal es lo que es porque tiene un presidente que ha profesionalizado el club y lleva unas cuentas ejemplares, un consejero delegado que ficha con vista de lince y un entrenador que da la impresión de no hacer nada, porque no es mediático, pero que ha montado una máquina capaz de generar momentos de fútbol muy, muy brillantes.

El presidente es Fernando Roig, un miembro más de la familia Roig que empezó en el Valencia y el Pamesa. De hecho, preside la empresa de cerámica. También tiene negocios de energía eólica y un porcentaje de los supermercados Mercadona. Y en 1997 se convirtió en máximo accionista del Villarreal. Al final de esa temporada, el submarino amarillo ascendió a Primera. ¿Casualidad? No lo parece. Por cierto, Mercadona tiene más empleados que habitantes Villarreal.

El consejero delegado es José Manuel Llaneza. Asturiano y socio del Sporting durante 44 años, entró en el Villarreal en 1993 y ayudó a convertirlo en la potencia que es como mano derecha de Roig. No es un dirigente al uso: afable, accesible y llano, repite cuantas veces sean necesarias que el secreto del Villarreal es que se trata de una gran familia. "Los jugadores saben que el club cumple con lo firmado y pueden hablar con el presidente cuando quieran", explica.

El entrenador que dirige con sabiduría las perlas que le van trayendo Roig y Llaneza es el chileno Manuel Pellegrini. Hombre de vocación ofensiva y gusto por el toque, casi condujo al Villarreal a la final de la Champions y consiguió que Riquelme jugase bien en el fútbol europeo. Ahora no tiene al argentino, pero sí a Senna, Capdevila y Cazorla, todos campeones de la Eurocopa, y a lo mejor no juega tan bien como otros años y casi no ha contado con Nihat por las lesiones, pero para eso está Rossi. Él solo lleva casi un tercio de los goles del submarino, que nunca está sumergido en el fondo de la Liga. Siempre está arriba. Por algo será.

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