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Tres décadas sin el amigo Félix

El director de ‘El hombre y la Tierra' nos enseñó a reconciliarnos con el planeta.

el 13 mar 2010 / 22:12 h.

Félix Rodríguez de la Fuente.

Personaje clave en la lucha por la conservación de nuestro patrimonio natural en los años 60 y 70 del siglo pasado, Félix Rodríguez de la Fuente sigue siendo hoy, cuando se cumplen 30 años de su muerte, un referente mundial en la protección del medio ambiente.

Su ingente trabajo, íntimamente vinculado a la divulgación en los medios de comunicación, sobre todo en televisión, despertó muchas vocaciones en unos niños y jóvenes que hoy, ya en la madurez, se dedican profesionalmente a la investigación, a la conservación o a la divulgación del medio ambiente.

Hoy se cumplen 30 años del trágico accidente aéreo que, en los hielos de Alaska, acabó con la vida de quien mostró a los españoles de entonces cómo vivía el lobo o el lince ibérico, cómo las nutrias desaparecían de nuestros ríos o cómo el águila imperial, majestuosa, atrapaba a sus presas.

El 14 de marzo de 1980 Félix Rodríguez de la Fuente se encontraba en Alaska junto a su equipo de El hombre y la Tierra, el programa que semanalmente se asomaba a las pantallas de TVE y que él dirigía y presentaba, para tomar imágenes de la Iditarod Trail Sled Dog Race, la carrera de trineos tirados por perros esquimales más importante del mundo.

Aquel día, en el que Félix cumplía 52 años, el equipo de rodaje era tan numeroso que para su traslado fueron necesarias dos avionetas. Al poco de despegar, y dado que los dos aparatos volaban a escasa distancia, Miguel Molina, cámara de TVE, fue testigo de la tragedia.

"Le dije: Tony (el piloto del aparato), acaba de caer una avioneta. Se derrumbó sobre los mandos al darse cuenta de que era su amigo y compañero el que había caído", recuerda en conversación con Efe. Nunca se han conocido con claridad los motivos del accidente que costó la vida a Rodríguez de la Fuente, al piloto de la avioneta, Warren Dobson, al cámara Teodoro Roa y a su ayudante Alberto Mariano Huéscar.

"Pudieron ocurrir mil cosas", cuenta Miguel Molina, que trabajó con Félix durante cinco años. "Estábamos -continúa su relato- acostumbrados a hacer locuras para conseguir las mejores imágenes". El accidente se conoció en España un día después, el 15 de marzo. La noticia conmocionó a todo el país.

 Un luchador incansable. Miguel Molina habla de Rodríguez de la Fuente con admiración y respeto, y lo define como “un niño grande” que, aunque tenía un carácter “fuerte” y “muy exigente” era, al mismo tiempo, un hombre “muy ameno y divertido” que “no hacía más que preocuparse por la naturaleza”.

Asegura que le costó “mucho llegar profesionalmente donde estaba” y que, a pesar de las dificultades que encontró, era un “luchador” que no reconocía “nunca” la posibilidad de la derrota.

Por eso, añade Molina, “si viviera ahora estaría aterrado” con todo lo que ocurre con el medio ambiente. Los que conocieron a Félix coinciden en señalar que fue un hombre adelantado a su tiempo, y en destacar que sus ideas sobre conservación abarcaban todos los aspectos del ecosistema, consciente de la importancia de mantener un equilibrio para el cual todas las piezas son imprescindibles.

Los lobos aún lloran. La web Nosoyundominguero rinde homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente, con motivo del 30 aniversario de su muerte.
Así, la web distingue que Rodríguez de la Fuente es “el mayor comunicador que ha existido nunca en España” en temas de conservación de la naturaleza, o la “madre Tierra”, consiguiendo que “toda una generación” cambiara su percepción sobre ésta.


Con ese objetivo, Nosoyundominguero ha realizado el reportaje titulado Los lobos aún lloran, con declaraciones de personas cercanas al naturalista, como su propia hija Odile o el compositor Antón García Abril, autor de la música de la conocida serie televisiva.

En la iniciativa participan también otros naturalistas que han seguido sus pasos, como el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo o el naturalista y documentalista Luis Miguel Domínguez Mencía.

Un hombre adelantado a su época. La Fundación Félix Rodríguez de la Fuente ha presentado la primera biografía autorizada del naturalista en la que, por vez primera, el autor, Benigno Varillas, ha tenido acceso a documentación inédita, guardada en el despacho del gran comunicador burgalés.

Periodista y activista medioambiental, Benigno Varillas destaca que, tras investigar a fondo la vida y el trabajo de Félix, ha constatado su incansable positivismo y su afilada visión futurista. Varillas explicaba, en la presentación de dicha biografía, que en alguno de los documentos a los que ha tenido acceso Rodríguez de la Fuente adelantaba, hace más de 30 años, la importancia de encontrar mecanismos globales, en ámbitos como Naciones Unidas, para la gestión de los recursos naturales.

“Félix estaba convencido de que, en algún momento, el ser humano cambiaría de comportamiento con la naturaleza”, señaló Varillas, porque “creía firmemente en que algo que ha costado tanto esfuerzo desarrollar tiene que tener un final feliz”.

Durante la presentación del libro, la viuda de Félix y presidenta de la Fundación, Marcelle-Genevieve Parmentier, narró emocionada que su marido estaba “fascinado” por el fenómeno vital de la Tierra, el único planeta en el que se ha generado no sólo vida sino también inteligencia, y recordó que para él “todo” en la naturaleza tenía su razón de ser y formaba parte de un conjunto “fuerte” pero al mismo tiempo “fácil de destruir”.

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