Tres hombres ocultos bajo dos pasamontañas y un casco de moto atracaron a las 8.40 horas del miércoles un salón de juegos de la calle Abogado Rafael Medina, muy cerca de la avenida de San Lázaro, en el tercer robo cometido en las proximidades en tan sólo 24 horas. Destrozaron cinco tragaperras, pero aún se desconoce cuánto dinero se llevaron.
Los ladrones llegaron cuando el salón recreativo, que también funciona como bar, estaba cerrado todavía, pero dentro se encontraban ya una empleada y un hombre que la acompañaba. El local tiene una puerta de seguridad, pero los delincuentes destrozaron a machetazos el cierre y lograron entrar, gritando que se trataba de un atraco. La trabajadora corrió a encerrarse en el almacén, y uno de los atracadores intimidó con un cuchillo a su acompañante para que no ofreciera resistencia mientras otro, con la machota, destrozó cinco máquinas recreativas para llevarse la recaudación, según confirmaron ayer fuentes policiales.
Los atracadores salieron corriendo y huyeron a bordo de "al menos una moto", según indicó la Policía, que especificó que las diligencias continúan abiertas a falta de contabilizar el botín, una vez que se sepa cuánto dinero contenían las máquinas. El caso será investigado con probabilidad por la comisaría de Macarena.
Se trata del tercer robo cometido en la zona en poco más de 24 horas, ya que el martes a primera hora fueron asaltados el bar La Sufrida de San Jerónimo y el bar Godi de Fray Isidoro de Sevilla, ambos a escasa distancia. Por la apariencia física de los asaltantes y la forma de actuar podrían ser los mismos atracadores en los tres casos, e incluso en un cuarto asalto ocurrido el pasado sábado en el bar Damasco de la calle Doctor Leal Castaño.
El martes se produjo un primer robo sobre las siete menos cuarto de la mañana en el bar La Sufrida, al final de la avenida Medina y Galnares, de donde cuatro encapuchados, también ocultos con cascos, bufandas y pasamontañas, amenazaron con un cuchillo a los clientes y huyeron a bordo de dos ciclomotores llevándose la recaudación, como ya informó ayer este periódico. En este caso, un testigo dijo que uno de ellos llevaba una pistola.
Tan sólo unos minutos después, el bar Godi de la calle Fray Isidoro de Sevilla, también cuatro personas con los rostros ocultos con cascos integrales y pasamontañas entraron armados con una machota y rompieron a golpes una máquina recreativa. Se llevaron la recaudación y el contenido de la tragaperras, huyendo en dos ciclomotores. Los dueños del bar ya han puesto la denuncia en la comisaría de Policía Nacional de la Macarena, según explicó Fernando, empleado del bar, que precisó que los agentes le explicaron que se baraja la posibilidad de que se trate de las mismas personas que en el caso anterior. El pasado verano, este bar sufrió otro intento de robo, pero Fernando lo repelió amenazando con una silla al asaltante, que llevaba una catana.
La dueña del bar Damasco, atracado el sábado, afirmó también que la descripción de los atracadores de su bar y los de los tres casos siguientes es similar, según comprobó hablando con el personal de otros locales asaltados.
