Dos Hermanas fue protagonista anoche de un nuevo suceso violento con un supermercado como protagonista. En este caso fue un establecimiento de la calle Virgen de los Desamparados, del que tres atracadores se llevaron a punta de pistola un botín todavía no cuantificado.
Tres hombres que ocultaban el rostro con pasamontañas irrumpieron en el supermercado y se hicieron con la recaudación del negocio amenazando a sus empleados con armas de fuego, según informaron a Europa Press fuentes del servicio unificado de emergencias 112 y el concejal de Seguridad del Ayuntamiento nazareno, José Román. En el suceso no se registraron heridos, aunque los asaltantes lograron huir con el botín.
El establecimiento asaltado es un negocio particular que no está adscrito a las grandes cadenas de supermercado. Ubicado en el número 2 de la calle Virgen de los Desamparados, un local es popularmente conocido como El Catalino y es "muy frecuentado" por la clientela local, según explicó José Román.
Tres sujetos "encapuchados" habrían irrumpido en el negocio en torno a las 20.40 horas portando armas de fuego, si bien las primeras investigaciones no descartan que las armas pudiesen ser simuladas. Tras las amenazas de los atracadores, que actuaron con mucha rapidez, los empleados del negocio les entregaron la recaudación, antes de que se dieran a la fuga sin que se produjeran heridos en el incidente. Al cierre de esta edición se desconocía con exactitud la cantidad con la que habían conseguido hacerse.
Según confirmó el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Dos Hermanas, la Policía Local y la Policía Nacional ya están trabajando sobre el terreno y, de hecho, ya "tienen pistas" que pueden conducir a la identificación de los asaltantes.
El último incidente en Dos Hermanas que tuvo como protagonista un supermercado se produjo en el Mercadona de Montequinto, ubicado en la calle Madre Paula Montalt. El suceso tuvo lugar el pasado 5 de diciembre, un atraco en el que uno de los asaltantes llegó a disparar el arma que portaba. La bala (se barajó que fuese un arma de fogueo) rozó a un trabajador, mientras que un compañero suyo recibió un fuerte golpe en la cabeza sin mayores consecuencias.
Aquel atraco se produjo cuando el supermercado ya había cerrado sus puertas y no había clientes en su interior. Sin embargo, en el de ayer se produjo cuando todavía estaba abierto el establecimiento, con lo que el susto se lo llevaron no sólo los trabajadores, sino también los clientes que aún estaban dentro.
