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Tres jóvenes pregoneros exaltan desde este sábado la Semana Santa de Brenes

La Hermandad del Gran Poder organiza este año tres pregones, incluido el de la Semana Santa de Brenes, que darán Andrés Moreno, Juan Carlos Fernández y Francisco García

La hermandad del Gran Poder ha apostado por tres jóvenes del Grupo Joven para dar el Pregón de la Semana Santa de Brenes, y dos pregones de la cofradía. / Foto: Auxi Contreras La hermandad del Gran Poder ha apostado por tres jóvenes del Grupo Joven para dar el Pregón de la Semana Santa de Brenes, y dos pregones de la cofradía. / Foto: Auxi Contreras Francisco García es el mayor y el que mayor responsabilidad soporta. Con apenas 29 años pasará a la lista de los pregoneros más jóvenes de la Semana Grande brenera. Sus nervios, a flor de piel desde que le dieron el encargo el año pasado, se asientan en las emociones que su Virgen de la Amargura despierta en él y la sensibilidad con la que hablará del sentir de las otras dos cofradías del municipio. Este ingeniero de Telecomunicaciones, «en activo en los tiempos que corren», compartirá su pasión por los titulares de su hermandad con los sentimientos hacia Nuestro Padre Jesús Cautivo y la hermandad de la Vera Cruz, las cuales componen el cartel local. Su gran afición es la música y eso queda patente en los más de 17 años que ha estado tocando en bandas de palio, entre ellas la de la Cruz Roja de Sevilla. Ahora es miembro del coro de la hermandad del Rocío de la capital y, por supuesto, del de su hermandad del Gran Poder de Brenes. Hasta ahí todo normal hasta que el día de su pregón cuente que es de Bilbao y que el destino lo trajo a Andalucía cuando contaba con apenas cinco años. Ahora no sabe qué hubiera sido de él sin su Amargura «allí tan lejos», relata entre risas. Los otros dos miembros de este equipo cofrade de excepción son algo más jóvenes y quién sabe si algún día estarán ocupando el lugar de su amigo en el atril de la Iglesia. Sus pregones serán en la casa de hermandad y estarán rodeados de su gente. A parte, por sus propios talantes, soportan la presión algo mejor que Francisco, y ambos responden con la mayor de las sonrisas cuando se les pregunta por cómo lo llevan. «Mi madre lo lleva peor que yo», responde Andrés Moreno, que espera terminar su grado de Ingeniero Aeroespacial el año que viene. Gran aficionado al carnaval, asegura que «dar el pregón grande sería un regalazo» y que no se lo pensaría al decir que sí al cometido. También juega a su favor una gran capacidad para hacer muchas cosas porque además de llevar para adelante semejante carrera universitaria es otro miembro del coro de la hermandad, canta en la chirigota local, da clases particulares de física, es costalero del Señor y lleva un mes con el pregón terminado y estudiado de memoria. Una mente brillante que no descarta salir al extranjero si no encontrara su oportunidad aquí. Por su parte, el que tendrá que sacar el corazón del costal para llevarlo al verso es un joven economista que también está peleando su sitio en el mercado laboral. Lleva desde los 17 años en la cuadrilla de la Virgen de la Amargura, su gran pasión, por lo que el público ya se puede hacer una idea de qué palabra será la que más suene su gran noche. protagonistas. La cita con Juan Carlos Fernández será a las 21.00 horas, como la de su amigo Andrés, y será la cita con un cofrade que era de la hermandad «desde antes de nacer», en sus propias palabras, siendo ésta «una de las cosas más importantes» de su vida. Asegura que no renunciará a la trabajadera «mientras Amargura quiera» y que «siempre» estará ahí, con ese sentimiento de ser costalero. Su tiempo libre lo dedica a sus amigos y al deporte, siendo los viajes su gran afición, «junto con la Semana Santa, por supuesto». A dos semanas de su turno para subir al atril también confirma saberse «el pregón de memoria», pero se muestra receloso de adelantar algún detalle. Su deseo, apostilla, «es que la gente lo disfrute» y sienta sus palabras, que estarán cargadas de ese profundo sentir cofrade que se desprende desde el primer minuto de una conversación con él. En definitiva, se trata de una apuesta de esta hermandad por una juventud que irradia inteligencia y valores y cuyos protagonistas están exultantes con la oportunidad de sentir que tienen mucho que decir y que, aunque sea por unas horas, serán escuchados.

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