Inamovible. El Ayuntamiento no tiene la menor intención de iniciar una negociación con los trabajadores de Lipasam si no cesa la quema de contenedores, que define como actos vandálicos atribuibles a la plantilla, y sólo para conversar a partir de los acuerdos firmados en abril de 2012 entre la directiva y el comité de empresa, que contempla una reducción salarial del 5% y una ampliación de la jornada a 37,5 horas semanales. Es decir, una vuelta al origen del conflicto. No hay avances mientras, hoy se alcanzarán los tres millones de kilos de basura en las calles, aunque la Junta de Andalucía aclara que aún no hay riesgo para la salud.
El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez (PP), volvió a dejar muy claro ayer que no va a negociar con lo que él definió como actos vandálicos sobre la mesa. En concreto, se refirió a la quena de otros 12 contenedores -ya van 36 desde que arrancó el paro el domingo-. Además, acusó a los empleados de "bloquear" con piquetes los accesos de la planta de transferencia de residuos, aunque no especificó a quién se le dificultó el paso. Y es que Vílchez admitió que el Ayuntamiento ha autorizado a "cinco hoteles, siete establecimientos de hostelería y una asociación de comerciantes" a "llevar directamente" a estas instalaciones la basura generada en sus negocios, realizando la tarea de los empleados en huelga. "Se les ha autorizado porque, por normativa, eso es posible", argumentó. Lo que sí ha negado han sido las acusaciones del comité de empresa en cuanto a que los efectivos de Protección Civil están siendo destinados a la recogida de basura.
En cuanto a la quema de contenedores, reconoció que suceden en la ciudad aunque no medie una huelga, pero dijo que, en todo caso, "se queman uno o dos contenedores" en una noche.
Por su parte, el comité de empresa pública culpa al Gobierno municipal de Juan Ignacio Zoido del "punto muerto" en que se encuentra este conflicto. Antonio Bazo (CCOO), portavoz del comité de empresa y los trabajadores, lamentó ayer que nadie del Consistorio haya siquiera llamado para acercar posturas y advirtió de que la plantilla "no se doblegará".
A última hora de la noche, comentaba a El Correo que nadie del Ayuntamiento les ha telefoneado aún. "Igual se han ido de fin de semana a la playa, como esto no es importante", dijo con ironía. El fin de semana continuarán las concentraciones en la central y el lunes marcharán a las 10.00 horas junto a los trabajadores de Mercasevilla hasta el Consistorio. A juicio de Bazo, la prolongación del paro técnico "dependerá del Ayuntamiento", al que culpó del "punto muerto" del conflicto. "Tiene que haber posibilidad de salida", enfatizó.
El punto de fricción reside en que el comité de empresa reclama atenuar la reducción salarial merced al ahorro de costes ya cosechado por la empresa y se opone a que la ampliación de la jornada laboral repercuta en los descansos programados en Semana Santa, la Feria o la Navidad, extremo que según los sindicatos afectaría a las contrataciones eventuales que Lipasam promueve para que sus servicios se atengan al incremento de la demanda y los descansos de los empleados.
La Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla y Provincia manifestó su "alarma" ante la prolongación de la huelga indefinida que vive desde el pasado domingo Lipasam. La patronal de la hostelería avisa de las "consecuencias negativas" del conflicto en el sector del turismo y reclama que las partes encuentren ya "una solución a la mayor brevedad posible", según informaron a Europa Press.
Por su parte, el portavoz socialista, Juan Espadas, reclamó al Gobierno que abandone su "posición de dureza" y que deje de "cargar las tintas" y comience a negociar una salida al conflicto. A su juicio, no procede que, en el quinto día de huelga, el comité de empresa no haya recibido "ninguna llamada". Más duro se mostró IU, que definió a Zoido en su boletín de "basurero pirómano", por las críticas de su gobierno a la plantilla.
