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Tres mujeres importantes

Llegó a mis manos, es una forma de hablar, la carta en la que Kechu Aramburu ponía fin a una intachable e importante carrera política forjada desde la clandestinidad en la dictadura franquista hasta los momentos de brillantez y crisis del Partido Comunista. Cualquiera que haya seguido la política andaluza en estos años tiene que detenerse a analizar la personalidad de luchadora...

el 16 sep 2009 / 03:05 h.

Llegó a mis manos, es una forma de hablar, la carta en la que Kechu Aramburu ponía fin a una intachable e importante carrera política forjada desde la clandestinidad en la dictadura franquista hasta los momentos de brillantez y crisis del Partido Comunista. Cualquiera que haya seguido la política andaluza en estos años tiene que detenerse a analizar la personalidad de luchadora militante, dura en las ocasiones en que la dureza era inseparable de la acción partidaria pero envuelto todo en una perceptible sensibilidad personal hasta la nobleza de las causas, muchas perdidas, a las que prestó su voz. Una mujer importante.

Aquí al lado está Concha Caballero con quien confronté hace más de quince años pero sabiendo que estaba ante una mujer de peso en la política. Ese pudor de no hacer cosas antiestéticas y de lealtad a las ideas y al grupo, incompatible a veces, le permite disponer de un prestigio personal innegable para sus conmilitones y para sus adversarios. La energía con que defendió en el Parlamento sus ideas no resta un ápice a la nobleza de la causa de la política que ejerció con brillantez. Otra mujer importante que reconoce estar fuera de la política a su pesar.

De Rosa Aguilar ya está todo dicho. Está en el Gobierno Andaluz después de infinitos intentos de reorientar lo que consideraba una deriva equivocada del grupo del que viene, el mismo que el de Kechu y de Concha.

Pero si IU no toma nota de lo que estamos viendo todos es que cree que son los demás los que llevan el paso cambiado y no ellos. El PP llevó a la práctica una estrategia de quedarse con los votos del Partido Andalucista. Eso y lo errores de sus dirigentes los ha dejado fuera del Parlamento dejando al PP sin aliados para gobernar y condenándoles a obtener la mayoría absoluta o a perder de nuevo.

Sería un error grave que pasara lo mismo con IU. Tanto los propios dirigentes de IU como, indirectamente, los del PSOE, deberían garantizar que no se conduzca a la política andaluza hacia el bipartidismo. Podrían empezar por recuperar sus activos perdidos en vez de demonizar a los que no han aguantado la doctrina oficial del "no nos moverán".

Abogado

crosadoc@gmail.com

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