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Tres puntas de lanza de la investigación en Sevilla: Cabimer, IBIS y Progreso y Salud

Representantes de tres instituciones que suponen la vanguardia de la ciencia aplicada a la medicina intervinieron ayer en la mesa redonda Sevilla.

el 16 oct 2014 / 00:54 h.

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Luis Casas, Naticidad Cuende, y, al fondo, Tomás Gómez Cía. / J.M.Paisano Luis Casas, Naticidad Cuende, y, al fondo, Tomás Gómez Cía. / J.M.Paisano Representantes de tres instituciones que suponen la vanguardia de la ciencia aplicada a la medicina intervinieron ayer en la mesa redonda Sevilla, punto de partida hacia la medicina del futuro, dentro del Encuentro de El Correo I+D+I en el sector sanitario. Así, acudieron Tomás Gómez Cía, investigador clínico adscrito al Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) como coordinador del grupo Realidad Virtual Aplicada a la Planificación Quirúrgica; Natividad Cuende, directora de Iniciativa en Terapias Avanzadas de la Fundación Progreso y Salud, y Luis Casas, gerente del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) de la Cartuja. Gómez Cía expuso que para desarrollar la innovación hacen falta más políticas, más centros tecnológicos y potenciar la movilidad entre hospitales, universidades y empresas, así como divulgar entre los ciudadanos los avances de la I+D+I o formar a los profesionales de la investigación en asuntos como los derechos de autor o crear incubadoras de empresas investigadoras, entre otras medidas de fomento. Por su parte, Cuende comenzó su reflexión con el imaginario colectivo de la medicina del futuro, que incluye la nanotecnología o la telemedicina. Y explicó que en el presente ya existen las terapias avanzadas, complejas, con tecnología celular y genética –si bien con, de momento, sólo tres medicamentos autorizados en Europa–. En ese terreno juega la Fundación Progreso y Salud, que busca trasladar a los pacientes las nuevas terapias y ha protagonizado 24 ensayos clínicos a través del sistema sanitario público andaluz, «lo que demuestra la capacidad del sector público para liderar la investigación, aunque no de hacerlo en solitario». El plan de actuación de la fundación pasa por generar conocimiento, difundirlo, aplicarlo y transferirlo. «Y en generarlo los esfuerzos que ha hecho Andalucía son espectaculares, con una red a disposición de los investigadores impensable hace solo diez años», con cuatro centros especializados en terapias avanzadas que incluyen el Cabimer de Sevilla o el Medina de Granada y otra red de 10 laboratorios de medicamentos. La fundación también es responsable de un máster en facturación de medicamentos avanzados. Quizá más conocido es el Cabimer de la Cartuja, cuenta actualmente con 178 profesionales y un presupuesto de 2,20 millones de euros para el año 2014, como explicó Casas. Además trabaja en 55 proyectos vivos que suponen el manejo de 11 millones de euros «movilizados para la investigación». Las líneas en las que puede beneficiar al sistema sanitario este centro de investigación básica –los resultados pueden tardar más de cinco años en reflejarse en la práctica médica– son la medicina regenerativa, la biología molecular y el combate contra el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas, la diabetes, las distrofias y las enfermedades raras. Precisamente por este retardo el conocimiento por la opinión pública es todo un «flotador» de salvación en tiempos en los que los recortes han acabado desde 2008 con proyectos de investigación que hasta entonces habían recibido fondos.

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