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Triana se prepara para peatonalizar siete calles y ‘blindar’ al tráfico Santa Ana

Las calles Pureza, Antillano Campos, Alfarería o Rodrigo de Triana estarían total o parcialmente peatonalizadas y habría varios cambios de sentido. Se 'blindaría' al tráfico el entorno de Santa Ana.

el 06 jul 2013 / 00:48 h.

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Calle Pureza, en pleno corazón de Triana. Para ella se propone una peatonalización. Calle Pureza, en pleno corazón de Triana. Para ella se propone una peatonalización. El equipo de Zoido prepara una radical reordenación del tráfico por el barrio de Triana, que incluye la peatonalización total o parcial de siete calles –las más importantes, Pureza, Antillano Campos y tramos en Alfarería, y aún con la incógnita de Betis–, más vías reservadas sólo a residentes, varios cambios de sentido de la circulación y estrechar un carril bici. Objetivos: mejorar el tránsito y proteger el entorno de Santa Ana. A pesar de las reticencias del PP en los tiempos en los que ocupaba la bancada de la oposición en Plaza Nueva, ahora reconoce las bondades de la peatonalización del último tramo de la calle San Jacinto –el que da justo a la plaza del Altozano– acometido por el anterior gobierno local. Ésta, recoge el documento, “ha traído la pacificación del tráfico a casi toda la zona histórica del barrio de Triana y ha resuelto el colapso diario de la plaza de San Martín de Porres, que a su vez ocasionaba grandes retenciones en López de Gomara y la Ronda de Triana”. Eso sí, agrega, caben mejoras habida cuenta de que vías de trazado angosto como Fabié y Antillano Campos han visto aumentado sensiblemente el discurrir de vehículos. De hecho, el problema en Fabié se ha visto agravado últimamente después de que se haya habilitado el giro a la izquierda para entrar al puente de Triana desde el paseo de Colón. Si bien se facilita el acceso al barrio, cabría hablar de cierta improvisación en tal iniciativa puesto que no se tuvo en cuenta el impacto que tendría. En el caso de Antillano Campos, y aquí viene una de las grandes novedades, soporta una intensidad de circulación poco acorde con su estrechez y falta de visibilidad en su intersección con la calle Alfarería, flujo y dificultad que quedarán acrecentados cuando en breve se inaugure el Museo de la Cerámica. ¿Qué hacer? “Proponer su peatonalización total aunque esto signifique la reordenación completa de la zona norte de la Triana histórica”. La cosa no es pequeña. En concreto, Antillano Campos sería peatonal, si bien permitiendo el paso de los vehículos de residentes en su intersección con la calle Alfarería con destino a Covadonga, así como a los garajes. Alfarería, asimismo, estaría reservada para sus vecinos en el tramo comprendido entre Procurador y Covadonga, con peatonalización pero con acceso a garajes –no todos, sí en los números 7, 9, 11, 13 y 15 de Alfarería, y 3, 14, 27 y 28 para la calle Rodrigo de Triana– entre Covadonga y San Jacinto. La cercana Nuestro Padre Jesús Nazareno quedaría abierta al tráfico sólo para residentes con el objetivo de habilitar un nuevo acceso a Pagés del Corro para los domiciliados en Alfarería. A tenor del borrador de la Delegación de Seguridad y Movilidad, cuyas riendas asumió recientemente Juan Bueno, una de las grandes transformaciones se emprendería en la calle Clara de Jesús Montero. No en vano, considera que su sentido único constituye, hoy por hoy, uno de los mayores problemas de Triana, al impedir el movimiento norte-sur por Pagés del Corro y perjudicar así la salida hacia el norte de quienes circulan por el populoso barrio. En efecto, el documento achaca la complejidad del tránsito al carril bici (de 2,3 metros de ancho) puesto que estrechó en demasía la calle al tráfico rodado. Se trata, comenta, de una “ejecución incorrecta de la obra, donde se redujo el ancho de la vía de 8,5 a 5,4 metros, que son claramente insuficientes para su ordenación en doble sentido, y más aún existiendo autobuses en su recorrido”. Ese carril bici, añade, no sólo condiciona la circulación, sino que, además, “es una infraestructura que apenas utilizan los ciclistas”. ¿Planes? Por un lado, adelgazar el carril bici hasta los 1,5 metros (80 centímetros menos que la anchura actual). Y por otro, retornar la vía al doble sentido, aunque con un importante matiz: dado que la holgura tampoco sería precisamente generosa, “no se podría permitir el tránsito de los camiones y autobuses en ambas direcciones”. Y la solución: prohibirles la circulación hacia el sur –hacia el norte ya lo hacen los buses de Tussam–. Vayamos ahora a la zona sur de Triana, y allí lo primero es la calle Pureza, cuyo valor arquitectónico, cultural y cofrade le confieren un enorme atractivo. “La peatonalización parcial de esta vía ofrece una oportunidad magnífica de reurbanizar todo el entorno de la iglesia de Santa Ana”. En detalle: para el tramo entre Altozano y Torrijos, la circulación sería en exclusiva para los residentes; en el comprendido entre Torrijos y Duarte, peatonal  con acceso a garajes –para los números 67, 74 y 77 de Pureza–; y, por último, el recorrido entre Duarte y Troya quedaría también reservado a los vecinos. Tres tramos, asimismo, tendría Rodrigo de Triana, otra de las calles que restringirían el discurrir de los vehículos. El primero atañe al englobado entre las calles San Jacineto y Fabié, que quedaría abonado a la peatonalización aunque con acceso a los garajes –3, 14, 27 y 28 de Rodrigo de Triana y 7, 9, 11, 13 y 15 de Alfarería cuya salida es precisamente por esa vía–. El segundo va desde Fabié hasta Luca de Tena y colgaría la señal de sólo residentes. El tercero y último, entre Luca de Tena y Troya, no tendría restricción alguna. Pelay Correa, otras de las calles embudo, concedería prioridad a los viandantes, siendo peatonal entre el garaje 41 y Bernardo Guerra, en un entorno, el de la plaza de Santa Ana y la iglesia que le da nombre, “100% peatonal”. Y a partir de ese garaje y hasta Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, hablaríamos de peatonalización pero con permiso para garajes. En derredor, aún más alteraciones. Bernardo Guerra cambiaría de sentido, y esto obligaría a reurbanizar por completo la calle, eliminando el aparcamiento existente para dejar la amplitud necesaria al carril para el tránsito de vehículos –señalizado con bolardos–. El sentido de la vía también se modificaría en Troya –para permitir el retorno desde Betis– y Torrijos –para dar así continuidad a Nuestro Padre de las Tres Caídas, según el documento–. Y llegamos a la transformación más polémica, tanta que ni siquiera existe claridad en el documento de Movilidad: la de la calle Betis. La disyuntiva: mantener las restricciones actuales –calle reservada a los residentes, aunque está a la orden del día saltarse esta limitación– o abrirla a la libertad de tráfico. El qué se hará en este paseo del río es tan importante que condicionaría incluso los planes peatonales para la calle Pureza. Eso sí, el documento oficial deja claro que descatalogar Betis como vía para residentes sólo cabría iniciarla tras acometer la remodelación del cruce entre Paseo Colón y Almirante Lobo que permita otro acceso al puente de San Telmo. El remate de esta reordenación sería cambiar el sentido para el último tramo de Betis, para así dar acceso al barrio de Triana desde plaza de Cuba. La opción B habla de peatonalizar Betis para completar un paseo de dos kilómetros desde el puente de la Expiración (Cachorro) hasta la calle Virgen de Luján –enlazando, pues, con Asunción–. “La propuesta se basa principalmente en la idea de peatonalizar Betis en casi todo su recorrido y aprovecha algunas de las actuaciones previstas para Pureza peatonal relativas al entorno de la iglesia de Santa Ana y su emblemática plaza”. Lógicamente, en esta segunda opción estaría garantizado el acceso a los garajes, y cambios en Pureza –tramo Altozano-Torrijos sólo para residentes, y entre Torrijos y Troya sin restricciones, Troya –cambio de sentido y sin restricciones–, Torrijos (peatonal con acceso a garajes), Duarte (peatronal con acceso a garajes), Luis de la Cuadra (peatonal), Pelay Correa (de Troya a Bernardo Guerra sin restricciones y el resto peatonal con acceso a garajes). Las vías Fabié, Rocío y Flota, reservada para vecinos.   ¿Se hará en estos dos años o se guardará en el cajón?, se pregunta el PSOE El concejal socialista Joaquín Díaz considera que el borrador es “un documento de trabajo interesante, y con elementos positivos. Es la continuación del estudio sobre la movilidad en Triana que se elaboró en el anterior mandato. Es un punto de partida con aspectos positivos que se comparten desde el Grupo Socialista como las peatonalizaciones, reurbanizaciones, la mejora de los cruces semáforicos, medidas para incrementar la seguridad vial o la regulación de la carga y descarga”. Sin embargo, agrega, la primera gran duda que genera el documento es si realmente se van a ejecutar las reurbanizaciones y obras que se plantean en el proyecto en estos dos años “o si va a ser otro plan de movilidad que se guarde en un cajón, como ya ha ocurrido con el plan de movilidad sostenible del Ayuntamiento”. Díaz destaca, además, que el único proyecto de movilidad anunciado en este mandato para el distrito, el aparcamiento subterráneo rotatorio en San Martín de Porres, “no aparezca ni mencionado en el borrador de plan de tráfico. ¿Quiere decir que han renunciado a este proyecto? “Preocupa el análisis que se realiza sobre la calle Clara de Jesús Montero que supone intervenir en el carril bici,  levantar el actual, y diseñarlo de nuevo con unas medidas más estrechas que complican la circulación . Es un carril con medidas para circular sólo en un sentido que se pretende usar en ambos sin justificación”.

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