El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, consideró ayer que "es demasiado pronto para declarar que la crisis ha terminado" y dejó entrever que la entidad mantendrá los tipos de interés en el 1% un tiempo.
Trichet dijo en el Congreso de Banca Europea que "los últimos desarrollos han sido más benignos. Es cierto, sin embargo un volumen significativo de apoyo de los gobiernos subyace en estos desarrollos". Pese a ese sustento público, que también realiza el BCE, entiende que "el ánimo en el sistema financiero "es de alivio".
Además, dejó traslucir que la entidad no va a subir los tipos de interés inmediatamente para evitar un aumento de los precios y la aparición de nuevas burbujas. En este sentido, advirtió a la banca de que las medidas de liquidez aplicadas para hacer frente a la crisis pueden generar "dependencia" e incluso "adicción", por lo que resulta adecuado una retirada de forma gradual.
En este punto, recordó que los gobiernos de la Zona del Euro han proporcionado el 26% del PIB para apoyar al sector financiero mediante garantías, inyecciones de capital y apoyo a activos.
Trichet insistió en que "las autoridades pueden y hemos proporcionado apoyo temporal considerable pero en una economía de mercado no podemos dirigir el sector financiero o proporcionar apoyo excepcional indefinidamente".