La plataforma ciudadana Túmbala arremetió ayer contra el alcalde en funciones, Alfredo Sánchez Monteseirín, por viajar a París para entregar el último informe sobre la torre Pelli al embajador español ante la Unesco, que volverá a analizar el impacto del rascacielos de 178 metros en la reunión del Comité de Patrimonio Mundial del 19 al 29 de junio . Para los detractores del proyecto de Cajasol, el alcalde en funciones "debería abstenerse de elaborar informes o presionar ante instancias internacionales a cuatro días de la toma de posesión del nuevo alcalde". Sobre todo cuando éste, el popular Juan Ignacio Zoido , ya anunció que revisará la licencia de obras. Según Túmbala, la actuación de Sánchez Monteseirín es "una falta total de ética política y un desprecio a la nueva corporación elegida por mayoría absoluta".
"El señor Sánchez -criticaron en un comunicado- ha actuado como un delegado de la promotora Cajasol-Banca Cívica, en vez de como alcalde de todos. Su actuación está en consonancia con una forma de gobernar soberbia y autoritaria que ha fracasado estrepitosamente en las urnas y que primó intereses particulares frente a los generales".
Además, aseguran que el alcalde en funciones redactó, "con los técnicos que le han parecido más convenientes y con dinero público, un informe de parte", sin contar con las opiniones de la Junta y el Ministerio de Cultura. "El único interlocutor ante la Unesco es el Gobierno de España", aseguran, por eso exigen que se haga público el informe.
De cualquier forma, y sin conocer el documento, Túmbala lo "rebate en su totalidad". Negar el impacto desmesurado de la torre, dicen, es "afirmar que es de día cuando es de noche o viceversa". "El paisaje en el lugar donde se enclava el rascacielos es un entorno histórico que está definido en sus elementos principales desde el siglo XVI", señalan. Además, destacan el impacto "brutal" en el antiguo Puerto de Indias, entre los puentes de Los Remedios y Triana, y en el Monasterio de la Cartuja .