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Tumulto en el pregón

Cuenta Ricardo de Rojas, Marqués de Tablantes en sus Anales de la Plaza de Toros de Sevilla que, en el año 1748, un numeroso grupo de espectadores se amotinó tras una corrida porque un soldado del Regimiento de Flandes, haciendo junto a otros de alguacilillo, había mostrado demasiada contundencia en la operación de despeje del ruedo de la plaza...

el 16 sep 2009 / 01:16 h.

Cuenta Ricardo de Rojas, Marqués de Tablantes en sus Anales de la Plaza de Toros de Sevilla que, en el año 1748, un numeroso grupo de espectadores se amotinó tras una corrida porque un soldado del Regimiento de Flandes, haciendo junto a otros de alguacilillo, había mostrado demasiada contundencia en la operación de despeje del ruedo de la plaza, propasándose sobre todo con un cura. Marcharon con el clérigo a la cabeza de la algarada hasta el cuartel de la Puerta de Triana y el capitán de la compañía hubo de rapar el pelo y el bigote a su subordinado y mostrarlo de esa guisa a la enfurecida multitud para que se calmara.

Una escena cercana al amotinamiento la protagonizaron la mañana del Domingo de Resurrección más de un centenar de personas a las puertas del Teatro Lope de Vega porque se encontraron con que habían recibido invitación pero no asiento para el pregón taurino y, debido al overbooking, no se les permitía la entrada. Que la historia de la fiesta de los toros está llena de episodios tumultuosos lo sabía mejor que nadie Francisco Montes Paquiro que, al escribir su Tauromaquia, no olvidó dedicar un extenso capítulo al comportamiento educado del público.

Sana medida porque, por encima del tono agresivo de los sucesos, queda la perplejidad: los improperios iban dirigidos al alcalde aunque la corporación municipal que él rige no organizaba el acto; en realidad, es de la Real Maestranza de Caballería, contra la que ni siquiera se escuchó un susurro. Posiblemente todos se hubieran calmado si el teniente de hermano mayor hubiera rapado a Monteseirín y lo hubiera mostrado así a los congregados pero sería más práctico y, sobre todo, más justo que el próximo año los asistentes recibieran una entrada numerada y ese capítulo del libro de Paquiro incluido en el programa de mano.

Antonio Zoido es escritor e historiador

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