Con este escenario, es el Gobierno municipal el que deberá decidir qué hacer con este mural. La repuesta definitiva se dilatará, al menos, hasta que se conozcan las conclusiones del estudio encargado al ceramista Alfonso Orce. El Ayuntamiento abrió un proceso de reflexión durante el verano en busca de un ansiado consenso que no parece haber encontrado. De momento, la delegada provincial de Turismo ya dijo ayer que "no" a su colocación -tras varias semanas sin mostrar una postura del todo clara-, entre otras cosas, por los argumentos expuestos por la plataforma Salvemos Triana... y Sevilla, que en una reciente reunión manifestó el motivo de su rechazo. Un amplio informe -avalado por varios técnicos, según señaló- que convenció a Santos y que hizo que ayer recomendara la búsqueda de otra ubicación alternativa, basada "en el consenso" que sigue reclamando para poder colocar el mural. No obstante, advirtió que será "tremendamente respetuosa" con la decisión que finalmente tome el Ayuntamiento "acerca de su patrimonio".
Si finalmente el Consistorio optase por instalar el azulejo en la zapata se encontraría con un nuevo inconveniente que no entraba en sus planes. Dentro del proyecto aprobado en su día por Turismo -cuando todavía Luciano Alonso era su máximo responsable- se preveía para esta actuación concreta un presupuesto aproximado de 60.000 euros, incluidos en el plan turístico acordado entre ambas administraciones. De esta cantidad, sólo 10.384 euros se destinaban a la ejecución de las piezas cerámicas ¬-en la empresa Cefoarte, de Alcalá de Guadaíra-, mientras que el resto se invertiría en su iluminación artística, "algo en lo que no se va a actuar", informó Santos.
El resto de las piezas que completarían el conjunto del revestimiento del malecón, otros dos murales con distintas imágenes costumbristas de la ciudad, por un valor aproximado de 120.000 euros, quedarán también en manos de la decisión del Consistorio, que habría de abonarlos.
Las palabras más duras del Ayuntamiento en este asunto fueron las dirigidas al responsable de la Consejería de Cultura, Luciano Alonso que, cuando aún coordinaba Turismo, autorizó la ejecución del plan en el que se incluía el revestimiento de la zapata a pesar de que ahora pide su paralización. La delegada de Turismo quiso restar importancia a estas declaraciones, añadiendo que fueron realizadas por su conocimiento sobre el tema, al ser "uno de los artífices" del plan.
Será ahora cuando Cultura adquiera un papel destacado en este asunto, toda vez que los miembros de la plataforma contraria al azulejo han presentado la documentación para que el malecón sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Una planteamiento que Santos consideró "coherente" por su capacidad para proteger un espacio de gran interés turístico.
