El Gobierno turco ha aumentado el control sobre las aeronaves militares israelíes como parte de las represalias por la muerte de nue-ve ciudadanos turcos en el ataque israelí en mayo a un flotilla que llevaba ayuda humanitaria a Gaza. No obstante, fuentes diplomáticas consultadas por Efe en Ankara aseguraron ayer que no hay prohibición alguna a que aviones comerciales israelíes sobrevuelen territorio turco.
Esas mismas fuentes también ratificaron la información publicada por un diario israelí sobre un avión de transporte militar al que no se le permitió el pasado domingo atravesar los cielos turcos, cuando transportaba a un grupo de oficiales que iba a participar en un homenaje a las víctimas del campo nazi de Auschwitz, en Polonia. Ankara de-ja claro así el "cambio definitivo" de sus relaciones con Tel Aviv.
Poco antes, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan había indicado en rueda de prensa en Toronto, donde participaba en la reunión del G-20, que su país había impuesto a los vuelos israelíes la prohibición de cruzar su espacio aéreo, en respuesta al asalto por parte de comandos israelíes a la flotilla del pasado 31 de mayo. Las palabras de Erdogan generaron confusión sobre el alcance de esa prohibición y sobre si se aplica también a vuelos civiles.
Las fuentes consultadas por Efe se refirieron también a la muerte, el pasado marzo, en Budapest, de un ciudadano libio, un suceso en el que algunos círculos vieron la mano del espionaje israelí y que se relacionó con unas aeronaves israelíes que ese día sobrevolaron la ciudad.
Tras ese incidente, las autoridades turcas impusieron un control más estricto sobre los vuelos militares del Estado hebreo, a los que se exige información individual sobre el contenido y el motivo del vuelo. El 80% de los vuelos que se niegan a dar esta información no reciben permiso para atravesar cielos turcos, según las mencionadas fuentes. Pese a que las fuentes diplomáticas explicaron a Efe que no hay oficialmente una prohibición total, la mayoría de las solicitudes para sobrevolar Turquía fueron rechazadas hasta ahora.
Precisamente, ayer comenzó en Jerusalén la investigación interna israelí del asalto a la Flotilla de la Libertad con el anuncio de que el jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, será uno de los primeros en testificar.
En una declaración a los medios en la sesión inaugural, el líder de la comisión y juez retirado del Tribunal Supremo israelí, Jacob Turkel, dijo que el ministro de Defensa, Ehud Barak, y el jefe del Estado mayor, Gaby Ashkenazi, también serán convocados en breve a exponer su versión de los hechos, aunque no precisó fechas. Turkel presentó a los otros dos miembros del comité: Amos Horev, un comandante general en la reserva de 86 años de edad que ha participado en anteriores pesquisas internas de acciones militares israelíes, y Shabtai Rozen, un experto en Derecho Internacional de 93 años.
El órgano tiene como objetivo "aclarar" los hechos (no atribuir responsabilidades a los políticos y militares que tomaron las decisiones) y cuenta con dos observadores internacionales sin derecho a voto: el norirlandés William David Trimble, premio Nobel de la Paz, y el canadiense Ken Watkin, ex fiscal general del Ejército de Canadá.
El comité investigador, cuya creación fue aprobada el día 14, no interrogará a los soldados que participaron en el abordaje, efectuado en aguas internacionales, y se limitará a recibir el resumen de las respuestas que dieron a un grupo de expertos del propio Ejército israelí.
Mientras tanto continúa el conflicto con los palestinos. Un miliciano palestino murió ayer y otros tres resultaron heridos, dos de ellos graves, en un ataque de la artillería israelí en una zona fronteriza al este de la ciudad de Gaza. Fuentes médicas del hospital Al Awda, en el campo de refugiados de Yabalia, informaron de que las víctimas fueron blanco del disparo de un proyectil de la artillería israelí, que se encuentra desplegada al otro lado de la frontera. Testigos presenciales relataron que los cuatro formaban parte de una unidad de milicianos que acababa de lanzar un cohete Kasam contra el sur de Israel. El muerto fue identificado por el centro hospitalario co-mo Bassam Badwan, de 32 años.
