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Turquía se juega su futuro

La consulta de hoy pone a prueba a Erdogan y decide la cercanía del país a la UE

el 11 sep 2010 / 18:43 h.

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El referéndum constitucional de hoy en Turquía se ha convertido en un voto sobre el futuro del primer ministro, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, principal defensor de las enmiendas propuestas. Ni la oposición laica ni el gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) han definido abiertamente el referéndum como un "voto de confianza" para el primer ministro, pero la dureza de la campaña electoral ha causado precisamente esa impresión.


Según algunos analistas locales, la votación no sólo podría ser crucial para el futuro de Erdogan sino también para el flamante líder opositor Kemal Kilicdaroglu, presidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP). Unos 50 millones de turcos están llamados a la urnas para decidir sobre una reforma que enmiende la Constitución impuesta por el Ejército después del golpe de Estado de 1980. Se estima que con un porcentaje alto de votos en contra, la posición de Kilicdaroglu se fortalecerá dentro del CHP, un partido que defiende el estatus quo, al tiempo que se posicionaría como alternativa a Erdogan al frente del Gobierno. Sin embargo, una clara victoria de Erdogan podría allanar el camino hacia una tercera victoria del AKP en las elecciones parlamentaria del año que viene o llevarlo directamente a la presidencia del país en 2012.


Los más recientes sondeos confirman que la gran mayoría de la ciudadanía ni siquiera conoce el contenido de las 26 enmiendas constitucionales propuestas por el AKP. Por eso, se estima que los votantes depositarán su voto no según su consentimiento a las reformas sino según sus preferencias partidistas, con el AKP a favor y los tres partidos de la oposición, el CHP, el nacionalista MHP y el pro kurdo BDP, en contra.


La mayor parte de las reformas podría haber sido adoptada cómodamente por la mayoría parlamentaria del AKP, pero sólo si los islamistas moderados hubiesen accedido a no reestructurar el Tribunal Constitucional y el Consejo Supremo del Poder Judicial. El AKP y los seguidores de la campaña por el "sí" destacan que los cambios propuestos acercarían a Turquía a los estándares europeos para mejorar la democracia del país. Pero los detractores del AKP acusan a Erdogan de querer controlar mediante estas reformas el sistema judicial para gobernar como un sultán sin mecanismo de control jurídico.


El resto de las enmiendas, como aquellas que prevén más derechos para mujeres, niños, discapacitados y veteranos de guerra, son apoyadas por todos los partidos. Otro ejemplo son los cambios que abrirían el camino a la persecución judicial de militares en los tribunales civiles o al establecimiento de una institución de defensor del pueblo. También sería bienvenida la abolición del artículo número 15, por el cual se impide la persecución judicial de los responsables del golpe militar de 1980, cuyo 30 aniversario se cumple precisamente el 12 de septiembre, coincidiendo con la votación de hoy. La Constitución vigente en Turquía fue introducida en 1982 por la dictadura militar.


resultado ajustado. En un discurso televisado al final de su campaña, Erdogan dijo que el resultado del referéndum está relacionado con el futuro económico del país. "Espero que sea un "sí". Con un "sí" nuestra economía se impulsaría. ¿Por qué? Porque con las enmiendas pasaremos a una democracia superior, y una democracia superior nos llevará a una economía superior", aseveró el primer ministro.


La oposición espera que con un voto de rechazo se pueda poner fin a lo que ellos llaman el "gobierno arbitrario" del AKP y de Erdogan. Con el "no", confían en poder abrir la puerta a una constitución completamente nueva, basada en el consenso social. El pro kurdo BDP hizo campaña a favor de boicotear la votación, ya que acusa al AKP de no ser sincero en su retórica a favor de la democracia al no haber incluido en su paquete de enmiendas nada a favor de los kurdos ni reducir el umbral mínimo de votos para entrar en el Parlamento (hoy el 10%).


"Nadie escucha al otro. Muchos no saben lo que van a votar. Una polarización tan profunda, atizada además por la retórica de los líderes políticos en la campaña, constituye una seria amenaza para la democracia de este país, ya polarizada sobre asuntos como el laicismo, las tensiones con la minoría turca y otros", dijo a Efe un observador. Las encuestas auguran que el resultado entre el "sí" y el "no" será bastante ajustado y depende del cumplimiento del boicot de los cerca de 12 millones de kurdos, en su mayoría en el sureste del país. Eso sí, los analistas esperan una participación del 90% porque el voto es obligatorio.

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