El conflicto en Tussam está abierto. La empresa dijo ayer que están dispuestos a negociar y que creen injusto que los sevillanos paguen las consecuencias de una huelga de autobuses. Y el comité de empresa insiste en que no quieren llegar a esos extremos, pero...
Tussam rompió ayer su silencio después de que la asamblea de los trabajadores ratificara la huelga convocada para el Viernes de Dolores, el 28 de marzo y la semana de Feria. El vicepresidente de la empresa municipal, Guillermo Gutiérrez, aseguró que se trata de la "habitual huelga de todos los años en Feria", lamentando que los sevillanos "tengan que pagar las consecuencias".
Además, dijo que "no hemos despedido a nadie", en referencia a las dos empleadas que cuentan con dos sentencias a su favor, lo que ha motivado, en parte, los paros. "Eran contratos temporales y ellas lo sabían, como muchos otros a los que no se les ha ocurrido denunciar". Asimismo, avanzó que no levantarán los expedientes a "los rompelunas" -los conductores detenidos por daños a autobuses el año pasado- "porque no es razonable que el asunto les salga gratis". Dicho esto, añadió que "estamos dispuestos a negociar".
Por su parte, el presidente del comité, Antonio Núñez, recordó que "el 23 de enero pedimos una reunión con el gerente y el alcalde, sin que hayamos obtenido respuesta", y afirmó que "no queremos llegar a la huelga, por eso la hemos convocado dos viernes antes". De haberla, Núñez garantizó servicios mínimos.
