Después de 13 años, Tussam tiene ya un nuevo reglamento. La empresa municipal ha triplicado las sanciones, ha reforzado su capacidad inspectora y ha flexibilizado las normas de uso para dar más facilidades a personas con movilidad reducida, a los menores de tres años y a los usuarios de las bicicletas. La nueva normativa fue aprobada ayer en el Pleno con los votos en contra del PP, que insiste en su discurso de que se trata de una propuesta "discriminatoria" y que daña especialmente a las familias.
Las sanciones se han reforzado sensiblemente, precisamente después de poner en marcha un sistema como el Metrocentro, en el que hay un menor control sobre la adquisición de los billetes por parte de los usuarios. Hasta ahora, carecer del título de viaje podía acarrear sanciones de 30 euros. Con el nuevo reglamento, la multa se dispara hasta los 100 euros. Si hay reincidencia se duplica esta cantidad. Los castigos pueden llegar a los 1.500 euros cuando se hayan realizado "actos de deterioro grave" de los vehículos y equipamientos.
Para aplicar esta normativa, Tussam refuerza la capacidad inspectora. Podrán realizarla tanto los agentes de la Policía Local como la plantilla de la empresa municipal o el personal al que sea adjudicado el servicio -en el tranvía es una empresa contratada-.
El nuevo reglamento no se limita a reformar el capítulo sancionador. Define una serie de normas de uso para conductores y usuarios. A los primeros se les exige un trato adecuado con los viajeros, con los que no podrán hablar ni discutir. Tampoco podrá recoger a un viajero fuera de los lugares habilitados.
En cuanto a los usuarios, Tussam permite ya que las personas de movilidad reducida salgan por la puerta delantera, que las bicicletas entren en el autobús siempre que estén plegadas, y que, cuando haya espacio, los menores de tres años puedan entrar en el vehículo con las debidas medidas de sujeción.
