Local

Txeroki marca el futuro de la banda ETA

La detención en Francia del jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki, es reveladora del futuro que espera a la banda y a los terroristas que hoy la integran, jóvenes que han pasado su vida en la clandestinidad como asesinos a sueldo y que a su corta edad -Txeroki tiene sólo 36 años- estarán encarcelados gran parte del tiempo que les queda por vivir.

el 15 sep 2009 / 18:31 h.

La detención en Francia del jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki, es reveladora del futuro que espera a la banda y a los terroristas que hoy la integran, jóvenes que han pasado su vida en la clandestinidad como asesinos a sueldo y que a su corta edad -Txeroki tiene sólo 36 años- estarán encarcelados gran parte del tiempo que les queda por vivir, más aún con la reciente reforma del Código Penal. Ése es el futuro que espera a ETA y a Txeroki, paradigma de la nueva generación de jóvenes terroristas que se hizo con el control de la banda tras dar el salto desde la kale borroka, en la que ingresó a los 16 años, llegando a ser jefe de los comandos. Su detención y la de Leire López Zurutuza -buscada desde hace años por Interior- supone un éxito no sólo para la sociedad española, porque ya no podrán asesinar, sino para el intenso trabajo conjunto que vienen desarrollando los Gobiernos de España y Francia para descubrir, identificar y encarcelar a todos los terroristas que se ocultan en suelo galo. En ese sentido, la medida conjunta puesta en marcha por ambas direcciones policiales de investigar todos los coches robados en Francia es la que ha logrado conducir hasta el lugar donde se ocultaba Txeroki. El éxito para la sociedad española se encuentra además en la unidad tan necesaria de los dos grandes partidos políticos en torno al terrorismo. ETA sabe que PSOE y PP ya trabajan -al menos por ahora- en la única dirección de erradicarla pese a los lamentables y patéticos desencuentros protagonizados por ambos partidos no hace demasiado tiempo. ETA está tocada de muerte, pero no está muerta. Y sus heridas la convierten en una organización aún más peligrosa por la posibilidad de buscar acciones a la desesperada. La unidad política y la eficiente coordinación hispano-francesa avalada con la próxima cumbre de Madrid serán fundamentales para que los que quedan en ETA se den cuenta del callejón sin salida en el que están.

  • 1