Los irlandeses U2 dieron ayer el pistoletazo de salida a la segunda parte de la gira europea de su U2 360 Tour, con un multitudinario concierto en el Estado Olímpico de Turín, y con la que llegarán a San Sebastián y Sevilla a finales de septiembre.
Como en todo macroconcierto que se precie, los seguidores italianos de la mítica banda se congregaron a las puertas del recinto con varios días de antelación, a pesar de las altas temperaturas. En muestra de agradecimiento, el grupo repartió pizzas a lo largo de la noche previa entre los seguidores que se apostaban a las puertas del estadio en busca de un buen sitio en el concierto de anoche, que supuso la vuelta de la banda a los escenarios tras la operación de espalda de su cantante, Bono.
El diario La Stampa ofreció ayer una instantánea del momento, en el que se puede ver a Bono acercarse a sus seguidores, apostados tras vallas de seguridad, con varias cajas de pizza y sus ya habituales gafas de cristales de colores.
El rotativo asegura que la idea surgió a última hora de los ensayos del jueves, cuando el grupo pidió 80 pizzas para sus seguidores, del mismo tipo de las que ellos acababan de comerse y que repartieron ya pasada la medianoche una vez que concluyeron las últimas pruebas.
“Bono y los demás llevaban pensado ya un tiempo un modo para poder agradecer a quienes le han seguido con tanta pasión estos últimos días”, afirma La Stampa.
En torno a las 20.30 hora local, The Edge, Adam Clayton, Larry Mullen y Bono, U2, retomaron en Turín su gira, interrumpida por una lesión de espalda del cantante que le obligó a someterse a una operación el pasado 21 de mayo en la ciudad alemana de Múnich. Durante su estancia en el norte de Italia desde el pasado domingo, Bono ha tenido tiempo, incluso, para entrevistarse con el escritor italiano Roberto Saviano, amenazado de muerte por la mafia napolitana de la Camorra tras la publicación en 2006 de su libro Gomorra.
