El grupo irlandés U2 no repitió anoche el lleno absoluto del primer concierto en el Camp Nou. Según la productora Doctor Music quedaban muy pocas entradas a la venta, aunque no quiso dar cifras concretas. Uno de los motivos por el que no se llenó el estadio fue la puesta a la venta de localidades extra, cuando se comprobó, tras el montaje del gigantesco escenario, que se podían vender más entradas. Si en el primer concierto las entradas se agotaron en menos de una hora, para el segundo, todavía se podían adquirir en la tarde de ayer, después de que se pusieran a la venta hace semanas entradas a 30, 55, 65 y 150 euros.
El concierto de anoche siguió el mismo esquema que el anterior, con un repertorio que la banda inició con Breathe y terminó con One y en el que repasaron algunos temas de su último disco, No line on the horizon, junto con sus temas más emblemáticos.
Durante el concierto hubo referencias a la líder birmana Aung San Suu Kyi, víctima de un arresto desde 1990, a la que dedicaron MLK, y un homenaje a Michael Jackson, cuando Bono le dedicó la canció Angel of Harlem y la mezcló con el estribillo de Man in the mirror, compuesta por el desaparecido rey del pop.
Además, Bono también quiso conmemorar el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna conectando con una estación espacial en órbita, cuyo comandante aseguró que son como un pequeño planeta en el que incluso reciclan el agua, a lo que el líder de U2 respondió que entonces lo de reciclar lo llevan "mejor que aquí". La faceta más humanitaria del líder de la banda se hizo patente también al final, cuando Bono se puso una camistea del Barça elogiando que sea el único club que lleva publicidad de una ONG, Unicef.
