El sindicato UGT-A está negociando con sus trabajadores la puesta en marcha de un plan de ajuste económico, que afectaría a las partidas de personal y de funcionamiento y donde se intentaría "preservar los puestos de trabajo".
La portavoz de UGT-A, Pilar Marín, indicó ayer a Europa Press que el sindicato "no plantea ningún expediente de regulación de empleo", aunque sí reconoce que el sindicato "está en fase de estudio de un plan de viabilidad, un plan de ajuste económico similar al que se esta llevando a cabo en las distintas comunidades y a nivel nacional".
Marín indicó que dicho plan está en fase de estudio y se está negociando con los representantes de los trabajadores, con la sección sindical, para "ajustar las partidas presupuestarias sobre funcionamiento del sindicato y la partida de personal". Así, el plan de ajuste económico irá dirigido al área de actividad, gastos corrientes y a la partida presupuestaria de personal.
La portavoz de UGT-A aseguró que en estas negociaciones "se están priorizando dos cuestiones, la funcionalidad del sindicato, que es necesaria más que nunca para seguir defendiendo y apoyando a los trabajadores, y por otro lado priorizar que no haya pérdida de puestos de trabajo".
Marín indicó que el sindicato andaluz está en fase de estudio y negociación e interlocución con las secciones sindicales e insiste en que "se están presentando propuestas que no conlleven pérdida de puestos de trabajo ni aplicación de la reforma laboral aprobada por el Gobierno central". Además, precisó que el plan de ajuste "afectaría al conjunto de la plantilla" y aseguró que aún no se ha concretado nada.
En ese punto, explicó que la negociación "se está desarrollando con total normalidad y respeto, sin ningún problema". Además, según aseveró, la fase de negociación con la sección sindical no tiene un periodo establecido, y "durará lo que haga falta, con vistas a culminar con un acuerdo satisfactorio para todos".
Por otro lado, según las propuestas iniciales que se contemplan en el plan de ajuste económico de UGT-A, éste incluye la eliminación de complementos, la reducción salarial por tramos, y en el caso de las provincias de Granada, Huelva y Málaga, una reducción de jornada, tras aplicar las anteriores reducciones.
Asimismo, la propuesta contempla jubilaciones anticipadas para trabajadores que ya hayan cumplido 64 años, así como bajas incentivadas a razón de 35 días por año, con un máximo de 20 mensualidades.
Según publicó ayer martes El Mundo, las negociaciones de UGT con la sección sindical expiran mañana jueves sin que se haya alcanzado aún un acuerdo. Por ello, los empleados han diseñado un calendario de movilizaciones que arrancaría el día 17 en Sevilla. Las protestas se prolongarán durante todo el mes de septiembre en el resto de las provincias de Andalucía.
Según indica el diario, el pasado 31 de julio los sindicalistas presentaron una contrapropuesta que incluye la reducción de la jornada a 28 horas semanales entre el 1 de noviembre de 2012 y el 31 de diciembre de 2013, lo que supondría un ahorro de 4,5 millones de euros. Con ello, los trabajadores del sindicato andaluz consideran que sería posible evitar el ERE planteado.
