2.640 euros (440 durante seis meses) para 124.900 trabajadores del campo que hayan completado las peonadas exigidas (este año rebajadas de 35 a 20 por el temporal) frente a 1.870 millones de los que el 25% (467,5) se los reparten entre el 0,5% de los propietarios agrícolas "entre ellos la inmobiliaria Osuna o la duquesa de Alba". Esos números puso sobre la mesa el secretario regional de UGT-A, Manuel Pastrana, para mostrar su "hastío" por el "insulto permanente" al subsidio agrario, conocido como PER frente al silencio sobre "el número reducidísimo de grandes empresas que reciben cantidades ingentes de dinero".
Aludió así a las críticas del portavoz de CIU en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida, que reclamó la eliminación del PER y lo vinculó al voto cautivo. El PP también rechazó su declaración.
Pastrana instó a que "se pongan sobre la mesa de una vez cuántos recursos son derivados a otras comunidades bajo distintas denominaciones". "El PER ha sido un instrumento barato, rentable social y económicamente. Produce mucho más de lo que cuesta, le pese a quien le pese. Ha servido para crear empleo, mejorar el nivel de vida del medio rural y asentar la población. Cuesta menos que las ayudas especiales que recibe cualquier comunidad y los andaluces todavía no hemos insultado a nadie".