Cultura

Últimas horas antes del regreso a palacio

La exposición 'Colección Casa de Alba', que ha atraído a unos 130.000 visitantes al Museo de Bellas Artes de Sevilla desde el pasado 16 de octubre, cierra sus puertas mañana

el 08 ene 2010 / 20:48 h.

Una sala de la exposición en el Museo de Bellas Artes
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Mañana se clausurará la exposición Colección Casa de Alba, que ha estado abierta al público en el Museo de Bellas Artes desde mediados de octubre del año ya pasado. Sea por la atracción mediática de la Duquesa, porque la calidad de las obras haya corrido de boca en boca como la pólvora, porque éstas llevaran más de dos décadas sin salir de los palacios de Liria y Dueñas, por tantas y tantas otras razones, esta muestra de las riquezas artísticas de la colección de la Casa de Alba se ha convertido en la más visitada de la historia del museo.

Aunque aún no se tiene constancia definitiva de los datos de visitantes, fuentes del Museo aseguran que la cifra debe de rondar los 130.000, un número inusual teniendo en cuenta que se ha realizado en la temporada baja museística: el invierno, que invita más a tomar una sopa al calor del hogar que a salir a aguantar unas enormes colas que, un día entre semana como era ayer, se alargaba hasta la hora y media, e incluso dos horas, de espera.

La colección se compone de 37 cuadros y tres bustos cincelados por Mariano Benlliure (Valencia, 1862-Madrid, 1947) que representan a la actual duquesa, Cayetana Fitz-James Stuart, cuando tenía dos años; a su padre, Jacobo; y a su madre, María del Rosario de Silva, también cuando tenía dos años de edad. Los comisarios de esta exposición, Ignacio Hermoso y Valme Muñoz, decidieron situar junto a estas esculturas varios retratos familiares que tienen a los tres mismos protagonistas.

Según explica la comisaria Muñoz, "esta representación familiar de la duquesa y de sus padres es lo que más ha gustado a los visitantes". Especialmente, indican las azafatas de la sala que custodia esta serie de obras, el lienzo en el que aparece una pequeña doña Cayetana subida a un poni junto al famoso Mickey Mouse y que pintó el guipuzcoano Ignacio Zuloaga es uno de los que más llama la atención.

Además de esta sala en la que están representadas la familia más cercana de la Duquesa y ella misma, el resto de obras también ha llamado la atención de otros muchos de los visitantes. No cabría esperar otra cosa ante el conglomerado de pinceles históricos que cuelgan en las paredes del palacio de Liria de Madrid, donde residen 35 de las obras expuestas, y el de Dueñas de Sevilla, del que se seleccionaron cinco. Entre las pinturas que uno va recorriendo con la mirada resaltan con luz propia las destacadas firmas de Goya, Tiziano, Renoir, Sorolla, Rubens o Murillo, entre otros más que también se exponen, por no nombrar todos los que no han tenido cabida en el Bellas Artes y componen el enorme y admirable patrimonio de la Casa de Alba.

Por ello, no existe un consenso claro respecto a cuál es el mejor cuadro de la muestra, una pregunta a la que cada visitante responde como mejor puede, poniendo bastante esfuerzo, pero sin el convencimiento de acertar, porque, aseguran siempre al final, "todas las obras son muy buenas, es imposible elegir".

Pero hay más opiniones coincidentes: "Me alegro mucho de que se lleven a cabo iniciativas como ésta y ojalá no pase mucho tiempo antes de que vuelva a haber otra igual en la ciudad".

En esta línea van las opiniones de jubilados o estudiantes, pasando por historiadores del arte, panaderos o abogados. Todas las profesiones caben en esta ingente cantidad de visitantes. Una exposición para todos, como el exitoso anuncio de un famoso refresco con gas.

Como suele ocurrir, también hay quienes muestran una posición más pesimista y se quejan de que esto no suceda más a menudo, o de que las obras se vayan de vuelta a Madrid, al Palacio de Liria de la Duquesa de Alba.

Muchas de las personas que se han pasado por el Bellas Artes, no son asiduos a este tipo de eventos. Es más, un joven estudiante de ingeniería de telecomunicaciones explicaba que hacía más de medio año que no iba a ver ninguna exposición. Sin embargo, ayer decidió ir "porque me han hablado muy bien de esta y, la verdad, hay cuadros muy, pero que muy famosos".

Con estos datos y opiniones, el gesto de la Duquesa de Alba se ha visto recompensado por la actitud de una ciudad que se ha volcado con lo expuesto. Esta colección, de hecho, comenzó a gestarse allá por el siglo XVI, cuando el tercer duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo comenzó a acumular estos tesoros.

Según la comisaria, Álvarez de Toledo tenía un nivel cultural muy elevado. Sin embargo, esto no le valió para pasar a la posteridad como un gran coleccionista, sino que es famoso por su elevada actividad militar durante el reinado de Felipe II y, en los Países Bajos, se utiliza la expresión "que viene el Duque de Alba" en lugar de "que viene el Coco" por sus hazañas en Flandes.

Siendo así las cosas, los rezagados ya tienen la fecha de clausura encima: mañana a las 14.30 horas, cuando las 40 obras que han reinado en el panorama cultural sevillano a lo largo de los últimos tres meses volverán a su madrileño palacio de Liria, que puede visitarse una vez por semana, aunque la lista de espera para poder hacerlo es, actualmente, de unos tres años.

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