Hace tres meses que el Ayuntamiento anunció que retiraría los separadores de hormigón del carril bus, pero posiblemente no haga falta porque ya apenas quedan. Tras registrarse un accidente por semana, hay zonas donde se amontonan, no en la calzada, sino en la acera. Es el caso de la Ronda Histórica. Ha perdido alrededor del 70%.
El pasado año, los carriles bus fueron protagonistas de medio centenar de accidentes de tráfico. Uno por semana. La ausencia de señalización y la estrechez de las vías son claves en la escalada de incidentes registrados desde la instalación en 2006 de estos separadores, primero construidos en fibra de vidrio y, después, en hormigón armado. En ambos casos están anclados al suelo con tornillos.
El Consistorio insiste en que el número de accidentes, 50 el pasado año, es "mínimo" en relación a los coches, 228.360, que diariamente circulan por zonas como la Ronda, Torneo, San Francisco Javier o el Paseo de Colón.
El ejemplo de la Ronda es claro. En esta vía, por donde pasan 100.000 vehículos al día, apenas queda un 70%. Del arco de la Macarena al Hotel Macarena no resiste ninguno y de ahí hasta San Hermenegildo, sólo una veintena. Entre este punto y la Carretera de Carmona sí sobreviven muchos, mientras que hasta Recaredo sólo se mantienen unos diez.
Además, por ahora, los polémicos separadores del carril bus-taxi (tras los accidentes) permanecen apilados en las aceras. Los operarios municipales limpian la calzada, retiran los más afectados y los dejan en las aceras hasta que sean recogidos.
Según el Ayuntamiento, los separadores que están en zonas conflictivas se están retirando. Después se limpia la zona y no se vuelven a reponer, mientras que la Delegación de Movilidad continúa trabajando en la elección de un nuevo diseño de separador diferente en cuanto a materiales (composición) y piezas. Se pretende que provoquen un menor daño en los vehículos que se ven implicados en una colisión.
Según fuentes de Movilidad, departamento dirigido por Francisco Fernández, el objetivo del Gobierno municipal es potenciar el uso de plataformas reservadas para el transporte público, que permitan a los autobuses y a los taxis ganar en velocidad comerciar y ser una alternativa de medio de transporte al vehículo privado que dé una respuesta adecuada a la demanda de los ciudadanos.
Por ello, se sigue estudiando la implantación de nuevos espacios reservados para el transporte público (carriles bus-taxi), que podrán ponerse en servicio cuando se adopten las medidas de tráfico que permitan establecer sentidos únicos de circulación en los principales viarios de la ciudad.
Por este motivo aún no se han repuesto los separadores de la Ronda, que tendrá un único sentido si se cumplen los planes municipales. Por ahora, sólo se ha informado de que en este verano se dará a conocer el proyecto. No hay fecha para su puesta en marcha.
En cualquier caso, la intención del delegado de Movilidad es, además de eliminar las barreras de hormigón por otro diseño que provoque menos daños a los vehículos, ampliar la anchura de los carriles y dotarlos de señalización, todo ello enmarcado en el plan de instauración del sentido único en las grandes avenidas de la capital.
La entrada a la Ronda Histórica desde Resolana es uno de los lugares más conflictivos por el estrechamiento de los tres carriles de circulación a dos. Lo mismo ocurre en Recaredo a la altura de la Puerta de la Carne. En los últimos meses hubo accidentes en Menéndez y Pelayo, Torneo, Paseo de Colón y la Avenida de San Francisco Javier, en el barrio de Nervión.
