Nadie podrá llevarle la contraria a Miguel Ruiz. Se dejó caer por Sevilla en 2003. Atrás quedó Venezuela. Abrazó entonces la Cartuja, primero por estudios -en la Facultad de Comunicación -, luego por trabajo. Siete años transitando en bici, en autobús y en coche ("en ese orden", dice) esta zona de la ciudad. Sólo le falta ya construirse un adosado entre Isla Mágica y el cogollo discotequero.
Su propuesta de micropeatonalización está más que entonada. El Parque del Alamillo "pilla a trasmano para quien quiere ir desde la zona empresarial y universitaria". Por allí no transitan ejecutivos de picnic ni estudiantes repasando los apuntes en el césped. O sea que de Central Park tiene bien poco. Para lograrlo, Miguel Ruiz propone "trasladar el Alamillo hasta la misma puerta de Ingenieros".
"Frente a la Escuela hay una zona baldía, calificada en el PGOU como zona verde, que se usa ilegalmente como aparcamiento", explica. "Mi propuesta exacta consiste en conectar la parte urbana de la ciudad con el parque más grande que tienen Sevilla para que se disfrute mucho más del lugar".Según Miguel Ruiz "no supondría un gran gasto económico y se respetaría todo el aparcamiento que ya existe en la zona". "A cambio se descongestionaría de coches el sitio reordenando el tráfico, por el paso subterráneo los coches privados, por el paso elevado el transporte público", argumenta con las ideas bien planificadas.
El PSOE de Juan Espadas afirmó durante la campaña sentirse muy cercano a este tipo de pequeñas intervenciones. Pero tanto Miguel Ruiz como el presidente de Peatones de Sevilla , Pablo Barco, confían en que "el sentido común seguirá imperando": "La ciudad no debe dar pasos atrás en sostenibilidad. La solución de movilidad en un entorno como el Parque del Alamillo no se encuentra en la construcción de más y más aparcamientos subterráneos sino en potenciar el caminar, la bicicleta y el transporte público", asegura Barco. Por eso trae a colación un lapidario pensamiento del sociólogo y urbanista norteamericano Lewis Mumford: "Pretender lidiar con el problema de la congestión del tráfico urbano construyendo más autopistas es como pedirle a una persona obesa que se afloje el cinturón para solventar su problema de obesidad". Ahí queda la cosa. Por si los recién llegados al consistorio quieren recoger el guante...
