Cofradías

Un altar de leyenda en San Julián

Los priostes evocan en un montaje la aparición de la Hiniesta a un cazador catalán

el 30 ago 2012 / 19:15 h.

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El montaje del altar en la parroquia de San Julián se encuentra todavía a falta de algunos detalles.

"Soy de Sevilla, de una capilla junto a la puerta que encamina a Córdoba". Esa fue la inscripción que pudo leer el caballero catalán Mosén Per de Tous a los pies de una Virgen con el Niño en brazos que encontró oculta entre unos matorrales mientras cazaba en el monte. Impresionado por aquel instante se encargó de traer a la imagen hasta el lugar del que procedía, ubicándola en San Julián por ser el templo más cercano. Seiscientos años después, la hermandad de la Hiniesta culminará los actos extraordinarios de esta efeméride con el montaje de un altar de cultos del triduo a la imagen gloriosa en el que se representa aquella leyenda que forjó la devoción a esta advocación.

"Ha sido una idea del prioste primero que hemos acogido con agrado en la junta de gobierno", explicaba el hermano mayor de la corporación, José Antonio Romero. Desde hace unos días puede verse la evolución del altar en San Julián. A los pies de la Virgen, se ha colocado una imagen de Per de Tous que reproduce el instante en el que encontró la talla, y que ha sido realizada por Israel Redondo, prioste tercero de la hermandad. "Él como escultor tenía varios bocetos en su taller y ha aprovechado uno de ellos para hacer esta figura, que sólo usaremos para el altar del triduo", aseguraba Romero. En concreto, se han utilizado el rostro y las manos a los que se le ha añadido un cuerpo de telas encoladas sobre una estructura metálica.

En su conjunto, el altar -que está todavía a un 60%- reproduce de forma fidedigna todos los detalles que recoge el texto sobre la aparición de la Virgen. Junto a la escultura del cazador, puede contemplarse la imagen de un perro -que lo acompañaba en el campo- y una perdiz, pues como indica la leyenda "el azor en el que cabalgaba Per de Tous quedó paralizado ante las retamas en las que se había refugiado una perdiz que perseguía". El exorno floral también será singular, pues no faltarán las retamas o hiniestas que dieron nombre a la Virgen, y junto a las cuales apareció.

Con la celebración del triduo, del 5 al 7 de septiembre, y la función votiva del día 8, la hermandad de la Hiniesta pondrá el cierre a los actos conmemorativos del 600 aniversario fundacional de la corporación. Una efeméride que ha ofrecido imágenes históricas como el besamanos extraordinario en el Ayuntamiento o la procesión triunfal desde la Catedral hasta la Casa Consistorial.

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