Un amanecer histórico en Utrera

Con la salida extraordinaria de la patrona de Utrera, la Virgen de Consolación, los vecinos homenajearon al cardenal Carlos Amigo Vallejo con una plaza en el parque del V Centenario con su nombre

Los utreranos vivieron una salida extraordinaria de la Virgen de Consolación que rememoró la antigua romería. Foto: Salvador Criado Los utreranos vivieron una salida extraordinaria de la Virgen de Consolación que rememoró la antigua romería. Foto: Salvador Criado En una devoción con más de cinco siglos de historia, son muchos los capítulos para el recuerdo. Ayer se escribió una nueva página dorada en torno a la Virgen de Consolación con una salida extraordinaria que será recordada por futuras generaciones. La patrona de Utrera presidió un rosario de la aurora muy especial, donde los rezos, los vivas y los cantes fueron los protagonistas. Los campaneros se afanaron en hacer sonar los bronces del santuario que preside la del barquito en la mano para anunciar, aún de noche, que la ciudad estaba viviendo una jornada importante. Ante la llamada que la Virgen hacía a todos sus devotos, numerosas personas –muchas ataviadas con camisas blancas, en recuerdo a la antigua romería de Consolación– acudieron hasta su templo para acompañarla en esta nueva salida extraordinaria –la primera fue un triduo itinerante a finales de abril, para recordar el cincuentenario de su coronación canónica– del segundo Año Jubilar que tiene concedido en poco tiempo esta destacada advocación mariana. Cantes de un grupo de utreranos, así como otros de un coro de Los Molares, pusieron el acompañamiento musical al rezo de un rosario que se desarrolló por el interior del parque del V Centenario, muy próximo al santuario de Consolación. Para presidir cada uno de los misterios de este rezo, estuvieron presentes cuatro simpecados y una bandera concepcionista, procedentes de Fuentes de Andalucía, Los Molares, la hermandad de la Sed de Sevilla y la hermandad de los Muchachos de Consolación de Utrera. La luz de las bengalas puso un toque de color muy particular al discurrir de la Virgen, que fue portada a hombros por cuantas personas quisieron formar parte de un cortejo sin orden aparente, recordando precisamente la antigua romería de Consolación que, hasta que Carlos III la prohibió en 1771, era la más importante de España. Tras más de una hora y media de salida extraordinaria, y ya con las primeras luces del día despuntando sobre la Utrera, la Virgen regresó a su santuario. Este templo recibió a los miles y miles de peregrinos que caminaron desde poblaciones como Los Palacios y Villafranca, Mairena del Alcor o Las Cabezas de San Juan, entre otros lugares. Otro de los momentos destacados fue la Función Solemne que presidió el cardenal-arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, quien volvía a Utrera después de las numerosas ocasiones en que la visitó en 2007. Entonces, dicho templo vivió un Año Jubilar con motivo del quinto centenario de la llegada de la Virgen a este municipio, algo que apoyó en gran medida este prelado. El cardenal Amigo Vallejo destapó una placa con su nombre en el parque del V Centenario. El cardenal Amigo Vallejo destapó una placa con su nombre en el parque del V Centenario. Por este respaldo, y por cuanto hizo Amigo, la ciudad quiso homenajearlo ayer inaugurando una plaza del parque del V Centenario con su nombre. Así, esta localidad salda una deuda contraída con el cardenal, a quien le debe parte de la magnitud que alcanzó aquel jubileo. Siete años después, la historia se repite, y Amigo volvió a estar presente en una jornada muy especial para la ciudad. Junto a su posterior llegada, utreranos y foráneos acompañaron a la del barquito en la mano en uno de los amaneceres más hermosos de la historia de Utrera.

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